EL CULTO A LA VIRGEN MARÍA, LA REINA DEL CIELO

Por: Rigoberto Gómez López

Origen del Culto a María

Es imposible hablar del culto a María sin mencionar la antigua Babilonia, llamada en Génesis 11:2 “…la tierra de Sinar…”, siendo el territorio en el cual Nimrod edificó su reino comenzando con Babel, Erec, Acad y Calne (Génesis 10:8-9); pero que actualmente se le conoce como Irak. Es aquí donde se desarrolló la primera civilización de Asia y se estableció el reino que propagaría el paganismo a todas las naciones.

De Nimrod, cuyo nombre significa rebeldía, la escritura dice que “llegó a ser el primer poderoso en la tierra” (Génesis 10:8), teniendo en mente que poderoso viene de la palabra gibor que quiere decir tirano, y sumado a que algunos comentaristas expresan que las palabras “delante de Jehová” de Génesis 10:9 quieren decir “contra Jehová”, nos lleva a pensar en las razones por las cuales Babel (Babilonia) fue la cuna de las religiones paganas pues “…embriagó a toda la tierra, de su vino bebieron los pueblos…” (Jeremías 51:7).

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Semiramis, La Primera diosa Madre

Semiramis, esposa de Nimrod, lo proclama como el dios solar Baal, a quien Elías hace referencia en 1 Reyes 18:21, siendo el fuego su representante en la tierra y su significado señor. Según Diadorus, varón griego, quien cuenta la historia de Semiramis (La historia de la civilización, Tomo I, Will Durant, Página 267), al morir su esposo, Semiramis se autoproclamó Reha, es decir, madre de los dioses. Dio a luz un hijo ilegítimo llamado Tammuz, que según Semiramis, era Nimrod encarnado o renacido, concebido en forma sobrenatural y era representado con un becerro de oro, razón por la cual Aaron hizo un becerro de oro a los Israelitas diciéndoles “…estos son tus dioses que te sacaron de la tierra de Egipto” (Exodo 32:4).

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Esta creencia se esparció por todo el mundo ya que “…desde allí (Babel o Babilonia) los esparció (Dios) sobre la faz de toda la tierra” (Génesis 10:9) y cuando Roma se convirtió en un imperio mundial, asimiló dioses y religiones de todas las naciones, pero con diferentes nombres debido a los diferentes lenguajes ya que “…confundió, Jehová, el lenguaje de toda la tierra” (Génesis 10:9), siendo la historia básica o creencia la misma en todas las naciones:

Chinos: Shigmoo o “santa madre” (Representada con niño en los brazos y rayos de gloria en su cabeza). 

Germanos: Virgen Hertha, representada con un niño en los brazos. 

Escandinavos: Disa, también representada con un niño en los brazos 

Etruscos: La conocían como Nutria 

India: Indrani 

Druidas: Adoraban a Virgo Paritura o “madre de dios” 

Roma: Venus con su hijo conocido como Júpiter. 

Egipto: Isis y su hijo Horu

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En fin, podríamos hacer una lista interminable, sin embargo terminaremos mencionando a Astarot porque así la conocían los hijos de Israel, tal como lo dice Jueces 2:13 “y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot”.

María Vista como Una diosa

Según la enciclopedia Británica, fue en la primera parte del siglo IV, en la época de Constantino cuando empezaron a ver a María como una diosa, la llamada Madonna, término que tiene su origen en Semiramis, conocida como Baalti (esposa de Baal) y equivalente a “mi señora” en castellano, traducido al latín significa “Mea Domina” y en Italiano Madonna. 

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En aquel tiempo se decía que quien se aventure a ir directamente a Cristo se encuentra con su furia, pero la virgen María, quien le dio de mamar, intercede y su furia se calma; sin embargo, cuando a Jesús se le dijo: “…Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamastes”, él dijo: “…Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan” (Lucas 11:27-28).

Inmaculada Concepción

A pesar de las palabras de Jesús, surgió todo tipo de doctrina, incluyendo la de la “INMACULADA CONCEPCIÓN”; pues empezó a decirse que la virgen María era superior a todo mortal, era divina, y por tanto entró en este mundo de manera sobrenatural, nació “sin pecado original”. 

Contrario a este dogma la escritura dice que María expresó: “y mi espíritu se regocija en Dios mi salvador” (Lucas 1:47), dichas palabras la expone como otra alma necesitada de Dios y salvación, en armonía con lo que dice Pablo en Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”, “porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús señor nuestro” (Romanos 6:23); razón por la cual ella también perseveraba en oración y ruego en el aposento alto para recibir el Espíritu Santo y ser santificada (Hechos 1:14).

Perpetua Virginidad de María

En el concilio de Calcedonia (en el año 451) fue aprobada, oficialmente por Roma, la PERPETUA VIRGINIDAD DE MARÍA. En relación a esto Mateo 1:23 dice: “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo…”, pero el versículo 25 menciona que José “no la conoció”, entendiéndose que no se refiera a que jamás la había visto sino a que no tuvo relaciones sexuales, “hasta que dio a luz a su hijo primogénito”, es decir, al primero de otros hijos.

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Esta afirmación es respaldada por lo que se preguntaba la gente en tiempos de Jesús diciendo: “¿No es este el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y su hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? (Mateo 13:55), esta última pregunta nos llevan a declarar que Jesús tenía, al menos, cuatro hermanos. Esto sin contar las hermanas a las cuales hace referencia el versículo 56 diciendo: “¿No están todas sus hermanas con nosotros?, quedando claro que María no fue perpetuamente virgen.

La Biblia dice acerca de Jesús: “…anunciaré a mis hermanos tu nombre…” (Hebreos 2:12), y él mismo declaró: “porque todo aquel que hace la voluntad de mi padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre” (Mateo 12:50); sin embargo, antes de hacer esta afirmación, en el versículo 47 de Mateo capítulo 12, le dijeron: “…He aquí, tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar”, enseñándonos, nuevamente las escrituras, que Jesús tuvo hermanos de carne y sangre; pero el dogma de MARÍA SIEMPRE VIRGEN se propagó en el mundo religioso junto a otras creencias como la promulgación de que ascendió a los cielos sin ver corrupción, contrario a Juan 3:13 que dice: “Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el hijo del hombre, que está en el cielo”, aún con todo, fue engañado el mundo entero con la llamada VIRGEN MARÍA, MADRE DE DIOS.

El Culto a María ¿Doctrina de Demonios?

Las mujeres de Israel ofrecían incienso a la “reina del cielo” (título que se le da a la virgen María) y ellas decían: “…tuvimos abundancia de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno” (Jeremías 44:17), dicho en palabras sencillas, les iba bien; pero en el verso 19 continúan expresando lo siguiente: “Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la REINA DEL CIELO y derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos”, por estas declaraciones pareciera como si la llamada reina del cielo estaba contestando las oraciones de aquellas mujeres, ¿Sería posible?. Fue tanta la devoción y creencia que se convirtió en una especie de culto, pues en el verso 19 dice: “…¿acaso le hicimos nosotros tortas para TRIBUTARLE CULTO, y le derramamos libaciones, sin consentimiento de nuestros maridos?”, es decir, que el CULTO A LA REINA DEL CIELO, sea como Semiramis, Baalti, Astarot, Venus o María, se remonta a siglos antes del catolicismo romano.

En Efeso, con la llegada de Pablo, la gente decía: “y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino que también el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero” (Hechos 19:27). ¿Será que hacía favores en el mundo entero a quienes le rendían culto?, Oseas 4:12 dice: “Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta, Y EL LEÑO LE RESPONDE; porque espíritu de fornicación lo hizo errar, y dejaron a su Dios para fornicar”, el ídolo, la imagen, les respondía.

En Deuteronomio 32:17 dice que “se sacrifica a los demonios, y no a Dios; a dioses que no habían conocido”, estas palabras concuerdan con lo que dice Pablo: “Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios” (1Corintios 10:20), es decir, que LO QUE PEDIMOS A LA REINA DEL CIELO, A LOS DEMONIOS SE LO PEDIMOS, y responden a nuestras peticiones cuando le rendimos culto a la virgen María.

La Biblia es clara en decir: “Nadie hay que invoque tu nombre, que se despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en PODER DE NUESTRAS MALDADES” (Isaías 64:7), porque cuando le damos la espalda a Dios, le damos la bienvenida a los demonios; pues “…el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1). Un milagro que reciba un seguidor del culto a María, será el principio de la esclavitud en la idolatría implantada por Satanás y sus demonios.

En conclusión, aquí en Nicaragua y el mundo entero se venera a María, pero como dice el apóstol Pablo: “… no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del señor, y de la mesa de los demonios” (1 Corintios 10:20-21).

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