Bosquejo Temático (Ejemplo de sermones)

Ejemplos de bosquejos de sermones temáticos para predicar

¿Cómo hacer un bosquejo para predicar?

¿Te has preguntado cómo algunos predicadores logran capturar la atención de una congregación desde la primera palabra hasta el último amén? ¿Cómo logran organizar sus pensamientos con tanta claridad que la verdad de la Palabra de Dios queda grabada en la mente y el corazón del oyente? Uno de los secretos está en el tipo de bosquejo que utilizan, el bosquejo temático.

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Hoy aprenderás cómo elaborar un bosquejo temático, un recurso poderoso para predicar con propósito, claridad y fundamento bíblico. A través de ejemplos prácticos y consejos útiles, descubrirás cómo este tipo de sermón puede ayudarte a comunicar verdades espirituales de manera impactante y edificante.

¿Qué es un sermón temático?

Un sermón temático es aquel que gira en torno a un asunto o enseñanza bíblica específica, sin seguir necesariamente el orden lineal de un solo pasaje. A diferencia del sermón textual, que se basa en el análisis detallado de un texto bíblico específico, el temático toma un concepto central y lo desarrolla a lo largo de toda la Escritura.

Características principales:

  • No se basa en un solo pasaje como estructura principal, sino que recorre diversos textos bíblicos relacionados con el tema central.
  • Es ideal para predicar sobre doctrinas fundamentales, valores cristianos o necesidades específicas de la iglesia.
  • Ejemplos de temas apropiados para este tipo de sermón incluyen: “El Pecado”, “La Divinidad de Cristo”, “El Arrepentimiento”, “La Salvación”, “La Oración”, entre otros.

¿Cómo preparar un sermón temático?

1. Escoge el tema con oración y claridad

Lo primero es definir el asunto que deseas tratar, guiado por la necesidad de la congregación y la dirección del Espíritu Santo. Puede ser un tema doctrinal, práctico, apologético o devocional.

2. Selecciona un versículo base

Aunque el sermón se desarrollará usando diversos textos bíblicos, elige un pasaje que sirva como punto de partida. Este texto no será el esqueleto del sermón como ocurre en los bosquejos textuales, sino más bien la plataforma de lanzamiento.

Por ejemplo, para un tema como “¿Por qué predicar el evangelio?”, podrías usar como base Marcos 16:15 o Romanos 1:16.

3. Organiza tus ideas en puntos principales

Estos deben responder a las preguntas clave del tema: ¿Qué?, ¿Por qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Con qué resultado?, etc. Cada punto puede ser reforzado con uno o dos textos bíblicos bien explicados, evitando saturar con demasiadas citas que no se conectan entre sí.

Ejemplo práctico: Sermón temático sobre la predicación del evangelio

Imaginemos un escenario común: los hermanos no están saliendo a predicar a las calles, a pesar de que todavía hay libertad para hacerlo. El encargado del punto de predicación siente la necesidad de motivar a la iglesia a evangelizar, y decide predicar sobre este tema tan urgente y necesario.

Podría tomar como texto base pasajes como Marcos 16:15-16 o Romanos 1:16. Aunque estos versículos pueden ser citados más de una vez durante la predicación, el mensaje no debe depender exclusivamente de ellos, ya que el sermón tomará fuerza al apoyarse también en otras Escrituras relacionadas.

Veamos cómo podría estructurarse un bosquejo temático en este caso:

Tema: ¿Por qué predicamos el evangelio?

  1. Porque Cristo lo mandó
    Predicar el evangelio no es una opción, es un mandato del Señor Jesucristo (Mateo 28:19-20). Es un deber sagrado de todo creyente agradecido.
  2. Porque es el mayor bien que podemos hacer al prójimo
    A través del evangelio, las personas y las naciones pueden ser transformadas. Aquí se pueden usar ejemplos históricos y actuales que ilustren el impacto de la predicación en comunidades enteras. Este punto debe enfocarse en los beneficios presentes y sociales del evangelio, como la restauración familiar, la sanidad emocional o el alejamiento de vicios.
  3. Porque es el único medio para la salvación eterna
    Solo el evangelio tiene el poder de conducir a las almas al arrepentimiento y a la vida eterna. Este es el punto más crucial y debe reservarse para el llamado final.

Consejo para predicadores: evita adelantar los puntos

Es común que al explicar el segundo punto, el predicador se adelante innecesariamente al tercero, diciendo frases como: “el mayor beneficio que alguien puede recibir es la salvación de su alma”. Aunque esto es cierto, conviene reservar esta verdad para el cierre del mensaje, para no repetir ni anticipar la conclusión.

Cuando adelantas ideas clave, corres el riesgo de que el mensaje pierda impacto y que la congregación desconecte emocionalmente, especialmente si siente que ya ha escuchado lo más importante antes de tiempo. En lugar de ello, reserva las verdades más profundas y espirituales para el final, y permite que el mensaje progrese en intensidad.

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I) Sermón Temático Doctrinal

Cómo desarrollar sermones que enseñan doctrina con claridad y profundidad

El sermón temático doctrinal tiene como propósito enseñar una doctrina bíblica específica de manera sistemática. A diferencia de un sermón expositivo que sigue un solo pasaje, este tipo de predicación reúne pasajes de distintas partes de la Escritura, sintetizando una verdad doctrinal en una estructura ordenada.

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Sin embargo, no se trata de acumular textos bíblicos sin una reflexión ni aplicación clara. Algunos predicadores confunden enseñar doctrina con recitar versículos sin explicarlos ni exhortar al oyente. Esto, lejos de edificar, puede volverse tedioso y desconectado de la vida práctica del creyente.

Un sermón doctrinal efectivo no solo cita la Biblia, sino que también la explica y la aplica. Así como el apóstol Pablo al enseñar sobre la justificación por la fe, no se limitó a citar el Antiguo Testamento, sino que desarrolló sus propios argumentos y exhortaciones inspiradas por el Espíritu Santo.

En muchas congregaciones, este error es conocido como el “sermón de concordancia”: se elige una palabra clave en el índice de la Biblia y se recitan todos los versículos relacionados. Esta técnica carece de meditación profunda y pensamiento propio, y no debería ser la base de una predicación doctrinal.

Consejos prácticos para predicar doctrinas bíblicas

  • Menos es más: Es preferible usar uno o dos textos clave por cada punto, bien seleccionados y explicados, que llenar el sermón de versículos poco desarrollados.
  • Enfócate en un solo aspecto de la doctrina por sermón. Si el tema es amplio, como “el pecado” o “la fe”, divídelo en varios mensajes.
  • Hazlo memorable: Usa una estructura clara y títulos breves. Un sermón que la audiencia puede recordar es más poderoso que uno que intenta abarcar demasiado.

Ejemplo 1: Bosquejo doctrinal

Tema: El Prometido Mesías

Introducción
Desde el momento de la caída, Dios prometió un Redentor. A lo largo de la Biblia se revelan progresivamente las características del Mesías, el enviado divino para traer salvación.

Desarrollo:

  1. Simiente de la mujer – Predice su nacimiento virginal (Génesis 3:15).
  2. Descendiente de Abraham – Promesa de bendición universal (Génesis 22:18).
  3. Heredero de David – Fundará un Reino eterno (2 Samuel 7:13).
  4. Nacimiento en Belén – Lugar específico profetizado (Miqueas 5:2).
  5. Sufrimiento físico – Sus manos y pies serían horadados (Salmo 22:16).
  6. Contado entre malhechores – Pero sepultado con los ricos (Isaías 53:9).
  7. Resurrección – Su cuerpo no vería corrupción (Salmo 16:10).

Conclusión
Cristo cumplió cada una de estas profecías. Es el Mesías prometido y debe ser reconocido y aceptado como tal.

Nota: No es necesario citar todos estos pasajes en una sola predicación. Puedes desarrollar uno o dos por sermón si lo deseas, según el tiempo disponible y la madurez espiritual de tu audiencia.

Ejemplo 2: Bosquejo doctrinal con enfoque ético

Tema: La oración que Dios escucha

Texto base: Proverbios 15:29

I. Dios no escucha las oraciones de:

  1. Los que guardan pecado en su corazón – Salmo 66:18.
  2. Los soberbios – Lucas 18:11.
  3. Los que no ayudan al necesitado – Proverbios 21:13.
  4. Los que desprecian la Palabra de Dios – Proverbios 28:9.
  5. Los egoístas – Santiago 4:3.

II. Dios escucha las oraciones de:

  1. Los humildes de corazón – Lucas 18:13-14.
  2. Los justos – Santiago 5:16.
  3. Los que permanecen en Cristo – Juan 15:7.
  4. Los quebrantados y afligidos – Salmo 102:17; Santiago 5:13.
  5. Los que piden con fe – Santiago 1:5.

Este bosquejo fue adaptado de Paul E. Holdcraft.

Ejemplo 3: Bosquejo doctrinal completo

Tema: El Pecado

I. ¿Qué es el pecado?

  • Transgresión de la ley: 1 Juan 3:4
  • Obediencia al enemigo: Romanos 6:17-18
  • Ingratitud hacia Dios: Romanos 1:21
  • Tendencia heredada: Salmo 51:5

II. Cómo se manifiesta el pecado

  • En el pensamiento – Deut. 12:19; Prov. 16:30; Gén. 6:5
  • En las palabras – Lev. 24:15; Mateo 5:22; Jueces 12:22
  • En los hechos – Éxodo 20:13-14; Isaías 3:12

III. Consecuencias del pecado

  • Pérdida de paz: Isaías 48:22
  • Más dificultades: Proverbios 4:19
  • Desviación progresiva
  • Influencia negativa sobre otros: 2 Samuel 12:14
  • Pérdida del favor divino: Isaías 51:2
  • Condena eterna: Salmo 9:17

IV. El remedio para el pecado

  • Remedios humanos ineficaces: penitencias, rituales, sacrificios
  • Único remedio verdadero: La obra redentora de Cristo (Heb. 9:22)
  • Aplicación del remedio: fe (Efesios 2:8), arrepentimiento (Hechos 3:19), nueva vida (2 Corintios 5:17)

Este bosquejo es extenso, por lo tanto, si decides usarlo, cada punto debe tratarse brevemente. O bien, puedes dividirlo en varias predicaciones para no saturar a la audiencia.

Ejemplo 4: Bosquejo doctrinal enfocado y memorable

Tema: El engaño del pecado

Texto base: Hebreos 3:13

  1. El pecado minimiza su culpa ante los ojos del hombre.
  2. Promete ventajas que nunca entrega.
  3. Oculta las consecuencias reales de nuestras acciones.
  4. Hace creer que podemos abandonarlo cuando queramos.
  5. Ignora su final desastroso.

Este enfoque permite que el oyente recuerde con claridad los puntos, los reflexione y los aplique. Puedes añadir textos bíblicos de apoyo y anécdotas ilustrativas, logrando un sermón breve pero poderoso.

Recomendación

Cuando prediques sobre temas doctrinales extensos como “la fe”, “el bautismo” o “el arrepentimiento”, es preferible abordarlos en partes, por ejemplo:

  • “El bautismo de Juan”
  • “El bautismo en el Nombre de Jesús”
  • “Los bautismos en el Libro de Hechos”

Así evitarás sobrecargar a la congregación y tu mensaje será más enfocado, claro y edificante.

II) Sermón Textual-Temático

Cómo combinar la claridad del texto bíblico con el enfoque temático

Este tipo de mensaje toma un texto base (como el sermón textual), pero en lugar de limitarse a ese único pasaje, desarrolla diversos temas o subdivisiones que se amplían con otros versículos bíblicos cuidadosamente seleccionados. Es decir, el texto guía la estructura, pero el desarrollo es temático.

Precaución importante: ¡No abuses de los textos!

Uno de los errores más frecuentes es usar demasiados versículos sin conexión lógica ni contextual. Recuerda: no predicamos para mostrar cuántos textos sabemos de memoria, sino para enseñar, edificar y mover corazones hacia Cristo.

No uses un versículo solo porque incluye la palabra clave del sermón.
No armes tu mensaje con una lista de concordancia bíblica.
No repitas textos como “papagayo”.

Consejo: Antes de buscar textos de apoyo, define primero tus divisiones y subdivisiones temáticas. Luego selecciona los versículos que realmente enriquecen cada parte del mensaje.

Ejemplo práctico de sermón textual-temático

Bosquejo 5: Buscando al Señor

Texto base: Isaías 55:6 “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.”

I. ¿Qué significa buscar al Señor?

1.° Es buscar conocerle verdaderamente

Juan 1:18; 2 Corintios 4:6; Juan 17:25–26; Mateo 11:27
→ El mundo ignora a Dios, no porque Él se oculte, sino porque el pecado ciega al hombre.
→ El conocimiento de Dios no se adquiere solo intelectualmente, sino con un corazón humilde.

2.° Es buscar su favor: Efesios 2:3; 1:6 → No solo su ayuda, sino vivir bajo su agrado y gracia.

3.° Es buscar su imagen en nosotros: Génesis 1:27; Efesios 4:22–24
→ Renovarnos a su semejanza.

4.° Es buscar su comunión constante: Colosenses 1:21; 2 Corintios 6:16; Juan 14:23

5.° Es buscar su presencia eterna: Mateo 5:8; 1 Juan 3:2; Apocalipsis 21:3–7; 22:3–4

II. ¿Cómo debe buscarse al Señor?

1.° Conscientes de nuestra necesidad absoluta de Él.
2.° Con un deseo sincero de tenerle.

Salmo 42:1; Isaías 26:8–9

3.° Por medio de la oración constante (Mateo 7:7; Mateo 6:6)

4.° Con perseverancia y humildad (Aquí podrías añadir Lucas 11:9 como texto de apoyo)

III. ¿Cuándo debemos buscar al Señor?

1.° Mientras hay vida (Eclesiastés 12:1)

2.° Mientras tenemos salud (Job 7:4–6)

3.° En nuestra juventud (Eclesiastés 12:1)

4.° Durante el tiempo de gracia (Isaías 65:6)

IV. Su generosa oferta

1.° Él tendrá misericordia.
2.° Él perdonará abundantemente.

Isaías 55:7

3.° Él nos renovará. Isaías 55:10–11

También podrías incluir aquí: Salmo 111:2 (grandeza de sus obras), como refuerzo del carácter misericordioso de Dios.

Observaciones importantes para este tipo de sermón

  • En la primera sección hay muchos textos. Podrías equilibrar el sermón reduciendo algunos allí y añadiendo más a las otras secciones para mantener el ritmo.
  • Cuando uses más de un texto por punto, organízalos de forma progresiva y lógica.
    Evita que parezcan desconectados o amontonados. Cada pasaje debe aportar algo nuevo o más profundo.
  • Las subdivisiones no deben convertirse en mini sermones. Mantén cada una clara, precisa y breve.
    Si una subdivisión te genera muchos pensamientos… ¡anótalos para otro sermón!

Recuerda: predicar es como servir un buen postre. Si lo entregas desarmado, aunque los ingredientes sean buenos, el plato pierde atractivo.

Ejemplo 6: Sermón textual-temático más sintético

El Arrepentimiento

Texto base: Isaías 55:7 “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová…”

I. La necesidad de la conversión

1.° Por la naturaleza de Dios
→ ¿Puede un Dios Santo tolerar el pecado?

2.° Por la naturaleza del Evangelio
→ No es un mensaje de tolerancia, sino de liberación.

3.° Por los ejemplos bíblicos
→ Solo fueron perdonados quienes cambiaron de vida.

4.° Por el beneficio del pecador mismo
→ El pecado trae consecuencias inevitables.

II. La naturaleza de la conversión

1.° Debe dejar su “camino”:

  • Su camino natural (según su inclinación)
  • Su camino habitual
  • Su camino preferido (placer del pecado)
  • El camino ancho de la mayoría

2.° Debe abandonar realmente ese camino
→ No basta con saber que es malo o desear dejarlo.

3.° Debe dejar sus “pensamientos”:

  • Sus ideas equivocadas sobre Dios, el pecado, Cristo y él mismo.
III. El Evangelio de la conversión

1.° Una promesa segura: “Tendrá misericordia”
2.° Un perdón completo: “Será amplio en perdonar”

Este perdón proviene del sacrificio de Cristo en la cruz.
Dios puede perdonar con justicia, porque ya castigó el pecado en el Calvario.

Conclusión

El arrepentimiento debe ser total y radical.
No basta con emociones o promesas vacías.
Es hora de volverse a Dios con sinceridad. Él dice: “Vuélvete”. ¿Qué te impide hacerlo hoy?

Conclusión sobre el bosquejo temático

El sermón textual-temático es una herramienta poderosa para comunicar la Palabra de Dios con fidelidad y profundidad. Al partir de un texto bíblico base y desarrollar sus ideas por medio de divisiones temáticas apoyadas en otros pasajes de las Escrituras, el predicador logra equilibrar la autoridad del texto con la riqueza doctrinal y práctica del mensaje.

Este tipo de bosquejo exige disciplina, estudio y oración, pero ofrece grandes beneficios: claridad para el oyente, cohesión en el mensaje y una sólida base bíblica en cada punto expuesto.

No se trata de llenar el sermón de textos aislados, sino de seleccionar cuidadosamente los que enriquecen, iluminan y refuerzan el tema central. Si se emplea correctamente, el sermón textual-temático no solo instruye, sino que también despierta convicción, transforma corazones y glorifica a Dios.

Como predicadores, nuestro llamado es presentar la Palabra de Dios con reverencia, precisión y pasión. Así que, sigue aprendiendo, practicando y dependiendo del Espíritu Santo.
Recuerda: la Biblia es un tesoro inagotable y tú eres un mensajero del Rey.

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