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EL BAUTISMO EN EL NOMBRE DE JESÚS

Índice

Por: Jorge E. Pino Valenzuela, Profesor de Hermenéutica Bíblica.

¿Por qué el bautismo en el nombre de Jesús y no invocando literalmente la frase “en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo”?

Bautismo en el nombre de Jesús según Hechos 2:38, citas bíblicas

El bautismo en el nombre de Jesús, es un punto delicado que debe ser abordado desde la perspectiva doctrinal y bíblica adecuada, ya que en la actualidad mucha gente anda confundida en este aspecto, y están más afanados por repetir pero no por obedecer el mandamiento de Jesús, y por causa de esta confusión, en el bautismo no invocan el único nombre dado para salvación, el cual es Jesús.

Hay una serie de razones obvias por las cuales el creyente debe bautizarse en el Nombre de Jesús. (También te puede interesar: En el Nombre de Jesús)

Muchos textos nos mencionan el bautismo en el nombre de Jesús, citas bíblicas

Todos los textos bíblicos que tienen relación con el bautismo, nos hablan de que éste es en el Nombre de Jesús. (Hechos 2:38; Mateo 12:21; Lucas 24:47; Juan 1:12; Juan 20:31; Hechos 4:12; Mateo 1:21; Hechos 10:43; Hechos 22:16; Hechos 8:12; Hechos 8:16; Hechos 15:17; 1 Corintios 1:13, etc.), como se puede notar el bautismo en el nombre de Jesús se menciona en estos pasajes bíblicos.

Mateo 28:19 habla de un sólo nombre, pero no lo menciona explícitamente. Padre, Hijo y Espíritu Santo no son un nombre (ni mucho menos tres nombres), sino títulos referidos a algunos roles que el único Dios ha desempeñado para traernos salvación y para relacionarse con nosotros. 

De manera que para que sepamos cuál es el nombre al que dicho texto se está refiriendo, debemos leer y comparar a Mateo 28:19 en contexto, recurriendo a los textos paralelos que también nos hablan de la gran comisión. Dichos textos nos muestran sin sombra de dudas, que el nombre al que Mateo 28:19 se está refiriendo implícitamente, es Jesús

Bautismo en el nombre de Jesús: El nombre de Jesucristo en la gran comisión

El bautismo en el nombre de Jesús en la gran comisión

En la gran comisión, el único nombre en el que se nos manda a obedecer el evangelio, es el nombre de Jesucristo, por tal razón se nos habla del bautismo en el nombre de Jesús: 

Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre… nombre [el nombre de Jesús] echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas… (Marcos 16:14-17) 

Bautismo en el nombre de Jesús (Hechos 2:38; Lucas 24:44-48)

Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre [el nombre de Jesús] el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas (Lucas 24:44-48).

La gran comisión, como es relatada por los evangelistas Marcos y Lucas, gira en torno a la figura y el nombre de Jesús. Igualmente, si leemos la gran comisión como es expuesta por el evangelista Mateo, vemos que toda la exposición gira en torno al Señor Jesús. 

Mateo 28:17 dice que los discípulos adoraron a Jesús. En Mateo 28:18, Jesús dice que tiene toda potestad en el cielo y en la tierra, potestad que según el apóstol Pablo, está ligada al nombre de Jesús, que es el nombre sobre todo nombre (Filipenses 2:9-11). 

(Puedes leer también más sobre Bautismo en agua)

Mateo 28:19 se refiere al bautismo en el nombre de Jesús

En Mateo 28:20, Jesús nos manda a guardar todas sus enseñanzas y promete estar con su pueblo todos los días hasta el fin del mundo. En Mateo 28:19, Jesús nos manda a hacer discípulos y a bautizarlos en un nombre (no en muchos nombres), es decir, el bautismo en el nombre de Jesús.

Dado que la misma Escritura nos manda a hacer todas las cosas de obediencia a la fe en el nombre de Jesús (Colosenses 3:17), que el nombre de Jesús es el nombre que está sobre todo nombre (Filipenses 2:9-11), que Jesús es el único nombre en el cual podemos ser salvos (Hechos 4:11-12), que los pasajes paralelos de la gran comisión giran en torno a la figura y el nombre de Jesús (Marcos 16:14-17, Lucas 24:44-48), y que la gran comisión como es expuesta por Mateo gira en torno al Señor Jesús, concluimos que el único nombre al que se refiere Mateo 28:19, es Jesús.

Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén (Mateo 28:17-20).

La gran comisión y el bautismo en el nombre de Jesús

La gran comisión, nos da cuenta de que Jesús envió a bautizar en UN NOMBRE, el NOMBRE DE JESÚS. A continuación, analizaremos que Padre no es un nombre, sino un rol de Dios, al igual que mi nombre no es padre, sino un rol que yo ejerzo por tener hijos. Lo mismo podría hacerse para los otros títulos de Hijo y Espíritu Santo.

La revelación del Nombre del Padre en el bautismo en el nombre de Jesús

El nombre del Padre

El Único Dios es llamado el Padre, por ser el Origen y Creador de todas las cosas (Isaías 64:8, Apocalipsis 4:11), porque es el Sustentador y Cuidador de su pueblo (1. Crónicas 29:10, Isaías 63:16, Santiago 1:17), y porque ha adoptado como hijos suyos a los creyentes que han nacido de nuevo (Gálatas 4:6; Hebreos 1:5; 12:9). Entonces, Padre no es un nombre, sino un rol que tiene sentido cuando entendemos todas estas funciones de Dios citadas anteriormente. 

Dado que Padre no es un nombre, entonces ¿Cuál es el nombre del Padre? Una respuesta que inmediatamente puede venir a nuestra mente, es JEHOVA. Tal vez ese nombre se nos venga a la memoria, dado a las miles de veces que aparece en nuestras versiones españolas de la Biblia; Sin embargo, este nombre «Jehová”, es un latinalización que se hizo del tetragrámaton (YHWH). 

La correcta pronunciación del nombre de Dios revelado en el Antiguo Testamento y representado por estas cuatro sílabas hebreas aún se discute. Muchos dicen que debería ser algo como YAVÉ, otros YVÉ, y otros YVY, pero eso es tema aparte. 

YHWH, significa «YO SOY EL QUE SOY” ¿De donde nace este nombre? Veamos los textos bíblicos donde Dios comenzó a presentarse con dicho nombre. 

Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy JEHOVÁ. Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos (Éxodo 6:2-3). 

Fíjese que es a MOISES cuando se presenta por primera vez como YHWH. Nunca antes se había presentado con este nombre al linaje escogido ¿Cómo aparece entonces antes del Éxodo este nombre? ¡pues muy fácil!, MOISÉS ESCRIBIÓ EL GÉNESIS después de haber tenido el encuentro con YHWH. 

¿Pero, cómo fue el episodio en que se dio a conocer como YHWH a Moisés? 

«Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y Él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. 

Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que Él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y Él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. 

Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. 

El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. 

Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Y Él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte. 

Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. 

Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con Él se me recordará por todos los siglos» (Éxodo 3:1-15). 

Si uno es cuidadoso en leer este texto, Moisés pidió saber el nombre del Dios al que iba a representar, y Dios le dice: «YO SOY EL QUE SOY”. Con este nombre debía ser recordado para siempre, pero sabemos que el cumplimiento máximo de toda la revelación de Dios se dio en Jesús

En Jesús, el nombre divino tomó un nuevo esplendor para el periodo de la Gracia, pues Jesús significa YHWH Salvador, o Jehová se ha convertido en nuestra salvación. Jesús, en hebreo es Yeshuwah, y la palabra hebrea para salvación es prácticamente idéntica. 

Para un mayor entendimiento, note como YHWH está inmerso en el nombre hebreo Yeshuwah. Del mismo modo, todos los sacrificios de la Ley, la quema de incienso y guardar el Shabbat, son recordados para siempre en Jesús. 

Ahora no practicamos ceremonialmente dichos ritos, pero en Cristo Jesús los observamos, pues cuando lo aceptamos a Él hemos acudido a la virtud de su sacrificio redentor, cuando oramos a Él elevamos el incienso agradable para Dios, y cuando permanecemos en la vida que Cristo nos ofrece gozamos de su reposo, del cual es séptimo día era sólo una sombra.

Dios prometió revelar su nombre

El bautismo en el nombre de Jesús: Dios reveló su nombre

Aunque Dios reveló su nombre a Moisés, el prometió revelar su nombre con mayor esplendor durante el periodo de la Gracia, al hablar por medio del profeta Isaías, lo siguiente sobre la venida del Mesías prometido.

Por tanto mi pueblo (DICE JEHOVA) sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí, estaré presente. ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que publica la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salud, del que dice a Sión: Tu Dios reina! Voz de tus atalayas: alzarán la voz, juntamente jubilarán; porque ojo a ojo verán, como torna Jehová a traer a Sión. Cantad alabanzas, alegraos juntamente, las soledades de Jerusalén: porque Jehová ha consolado su pueblo, ha redimido a Jerusalén. Jehová desnudó el brazo de su santidad delante de los ojos de todas las naciones; y todos los términos de la tierra verán la salud del Dios nuestro. (Isaías 52:6-10 RV1865)

Aquí hay dos cosas importantes: 

1) El pueblo no conocía todavía la plenitud del nombre de Dios, sino que lo iba a saber en un futuro, ¿Cuándo? al llegara el mensaje del evangelio (Evangelio significa: buenas nuevas). 

2) El motivo por el que conocerían su nombre es porque Jehová mismo estaría presente con ellos. (Definitivamente Jesús es Jehová, el Único Dios que se manifestó en carne). 

Para este segundo punto, hay dos textos importantes: 

Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mí siervo, que yo escogí: para que me conozcáis, y creáis, y entendáis, que yo mismo soy: antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después de mí. Yo, yo Jehová; y fuera de mí no hay quien salve. Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios extraño. Vosotros pues sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios. Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano escape: si yo hiciere, ¿quién lo estorbará? (Isaías 43:10- 13 RV1865). 

Este texto está hablando del siervo que vendría en el futuro, el mismo que en Isaías 53 se relata como el siervo sufriente (Cristo)… ¿Qué se dice de este siervo?, se dice que debemos: 

1) Conocer 

2) Creer 

3) Y entender Que este siervo es el mismo Jehová, que antes de Jehová no fue formado un Dios diferente, ni será formado un Dios diferente después de Jehová. 

Fuera de Jehová nadie salva… Jesús es Jehová o NO podría salvar. 

Ahora, ¿existirá alguna afirmación de Jesucristo, diciendo que Él porta el nombre del Padre? 

Juan 5:43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a aquel recibiréis. 

No tan solo eso, sino que el autor de la carta a los Hebreos, señala que el Hijo de Dios (es decir, la manifestación de Dios en carne), recibió su nombre como herencia, porque éste es también el nombre de Dios en toda su Deidad, como Padre.

«Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros tiempos nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyó por heredero de todo, por el cual asimismo hizo los siglos; el cual siendo el resplandor de su gloria, y la [misma] imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas, hecho tanto más excelente que los ángeles, [por] cuanto alcanzó [por herencia] más excelente nombre que ellos (Hebreos 1:1-4).

El Hijo de Dios (o la manifestación de Dios en carne, ejerciendo el rol de humano perfecto), alcanzó por herencia un nombre mejor que el de los ángeles. ¿De quién heredó este Nombre? ¡De su Padre! Por lo tanto,

¡¡¡El Nombre del Padre es Jesús!!!

Con razón los siguientes textos son tan importantes:

Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos (Hechos 4:11-12).

Juan 1:12. Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

Juan 2:23. Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía.

Juan 20:31. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.

Hechos 3:16. Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por Él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros. 

Hechos 10:43. De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en Él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre. 

Lucas 24:47. Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.

Por eso es que el NOMBRE que debe ser invocado en el Bautismo, es el Nombre de Jesús:

El bautismo en el nombre de Jesús… Invocando el nombre.

Hechos 22:16 nos menciona el bautismo en el nombre de Jesús: «Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre«.

Hechos 4:11-12. «Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos». Nuevamente se nos viene a la mente el bautismo en el nombre de Jesús, porque es el único nombre para ser salvos.

Mateo 28:19. «Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo».

Hechos 10:45-48. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios. Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días. Una vez más tenemos aquí el bautismo en el nombre de Jesús.

Hechos 2:36-38. Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Aquí se predica sobre el bautismo en el nombre de Jesús.

Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

Lucas 24:46-48. y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas.

El bautismo en el nombre de Jesús, conclusión

En definitiva, cuando decimos “El Padre”, no estamos llamando a Dios por su Nombre, porque su Nombre es JESÚS.