INVOCANDO EL NOMBRE DE JEHOVÁ Y EL NOMBRE DE JESÚS

Por: John Hopkins

INVOCANDO EL NOMBRE, SIGNIFICADO BÍBLICO

Invocar, significado bíblico

La palabra, «invocar» quiere decir: «llamarse sobre; llamar a otro». De esta definición podemos decir que sería imposible invocar el nombre de Dios sin pronunciar su nombre. El «llamar en el nombre del Señor», es llamar a Dios mismo y expresa la esencia de la adoración».

INVOCANDO EL NOMBRE DE JEHOVÁ. 

Invocar significado bíblico, invocar el nombre de Jehová

¡A través de las Escrituras, los hombres invocaron el nombre de Jehová! En los tiempos de Enós, los hombres comenzaron a «invocar el nombre de Jehová» (Gn. 4:26). En Génesis 12:8, Abram edificó un altar «e invocó el nombre de Jehová». (También te puede interesar: El Nombre de Jehová y el Nombre de Jesús)

En Génesis 13:4, Abram volvió al mismo «altar» y otra vez invocó el nombre de Jehová. En Génesis 21:33, encontramos a Abraham invocando el nombre de Jehová Dios eterno. En Génesis 26:25, Isaac edificó un altar, «e invocó el nombre de Jehová». 

Elías dijo a los 450 profetas de Baal: «Invocad luego vosotros el NOMBRE de vuestros dioses, y yo INVOCARE el NOMBRE de Jehová… e invocaron el nombre de Baal… diciendo; BAAL RESPONDENOS» (1 R. 18:24-26). Cuando Elías invocó el nombre de Jehová dijo: «Jehová Dios de Abraham… RESPONDEME, JEHOVA…» (1 R. 18:36-37). Invocar quiere decir llamar el nombre del invocado.

(También te invito a ver el video: Dios es Uno y Uno Su Nombre)

Esta bien claro en Crónicas 16:8, «ALABAD a Jehová, INVOCAD SU NOMBRE…» ¡No se puede alabar a Jehová sin mentar el nombre de Jehová! El salmista dijo: «Vida nos darás, e invocaremos tu nombre…»

Y otra vez: «Moisés y Aarón entre sus sacerdotes y Samuel entre los que INVOCARON su nombre; INVOCARON A JEHOVA y Él les respondió…». También dijo: «cercano está a todos los que le INVOCAN, a todos los que le INVOCAN DE VERAS». ¡Esto indica que hay una manera de invocar a Dios correctamente! (Sal. 80:18; 99:6; 145: 18). 

¡Los judíos estaban acostumbrados a oír el nombre de su Dios INVOCADO sobre ellos! Jeremías dijo: «…tú estás entre nosotros, oh Jehová, Y SOBRE NOSOTROS ES INVOCADO TU NOMBRE…» (Jer. 14:9).

Otra vez Jeremías dijo: «…porque tu nombre se INVOCÓ sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos» (Jer. 15:16). «Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es INVOCADO…» (2 Cr. 7:14). ¡Israel es el pueblo del nombre! ¡Hoy nosotros somos el pueblo del nombre! La iglesia es el Israel de Dios! (Ga. 6:16). Como el Israel espiritual, su nombre ha sido invocado sobre nosotros en todas las áreas de nuestra vida espiritual, ¡incluyendo el bautismo! 

INVOCANDO EL NOMBRE DEL SEÑOR JESUCRISTO. 

Invocar, significado bíblico de invocar el nombre de Jesús

¡En el Nuevo Testamento observamos la invocación oral de otro nombre! En l. de Corintios 1:2 Pablo dice: «a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con TODOS LOS QUE EN CUALQUIER LUGAR INVOCAN EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, Señor, de ellos y nuestro».

Otra vez. en 2. de Timoteo 2:22 dice: «Huye también de las pasiones Juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio INVOCAN AL SEÑOR». Leemos que mientras apedreaban a Esteban; «él INVOCABA y decía: SEÑOR JESÚS, recibe mi espíritu» (Hch. 7:59). 

El Primer milagro hecho en el libro de los Hechos, ¡se efectuó por la invocación del NOMBRE! Pedro Dijo: «…en el NOMBRE de Jesucristo de Nazareth…» (Hch. 3:6). Jesús había dicho a sus discípulos:»…en mi nombre… sanarán enfermos…» (Mr. 16:16-18). Pedro les dijo: «…Y por la fe en su NOMBRE, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su NOMBRE…» (Hch. 3:16). 

¡He, aquí, los apóstoles confiesan que el milagro es por FE EN UN NOMBRE! ¿Qué más prueba necesitamos? ¡FE EN EL NOMBRE DE JESÚS ES FE EN EL MISMO JESUS! (Quizás te pueda interesar: El Maravilloso Nombre de Jesús)

¡Su nombre y Él son sinónimos! ¡Por eso es que hay poder en ese nombre! En Hechos 4:7, los sacerdotes les preguntaron: 

«…Con qué potestad o en QUE NOMBRE, habéis hecho vosotros esto? Pedro respondió: «…que en el NOMBRE de Jesucristo de Nazareth… este hombre está en vuestra presencia sano» (Hch. 4:10). En seguida Pedro dice algo que es DE SUMA IMPORTANCIA. «Y en ningún otro hay SALVACION; porque NO HAY OTRO NOMBRE bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos» (Hch. 4:12). Con Pedro decimos hoy, «¡NO HAY OTRO NOMBRE!» 

En Hechos 19:13, leemos que unos judíos exorcistas ambulantes, «INTENTARON INVOCAR EL NOMBRE DEL SEÑOR JESÚS«, sobre los que tenían espíritus malos. Del contexto de este verso, podemos ver que Pablo hacía grandes milagros INVOCANDO ese nombre (verso 12). Estos judíos le habían visto, y trataron de imitarle, pero no supieron como invocar al Señor, pues solo podían decir: «Os conjuro por Jesús, el que Pablo predica» (verso 13). 

Esto nos enseña que no es solamente decir el nombre de Jesús, como que fuera una palabra mágica; como por ejemplo: ¡abracadabra! ¡Hay que INVOCARLE de veras! (Sal. 145:18). ¡Con FE en lo que ese nombre representa! (Hch. 3:16).

¡Estos exorcistas salieron correteados! ¡El espíritu malo sabía más que ellos! ¡Por lo menos conocía la autoridad de Jesús y su nombre! La Biblia dice que debido a esta ocurrencia: «era magnificado el NOMBRE del SEÑOR JESUS» (verso 17). 

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Saulo iba rumbo a Damasco para prender a todos los que INVOCABAN EL NOMBRE (Hch. 9:14). Como judío celoso de la enseñanza de que Jehová era el único Dios verdadero, Pablo iba para perseguir a los que INVOCABAN a Dios, usando el nombre del Señor Jesucristo. Para él, decir que Jesús era SEÑOR, era una blasfemia, hasta que Dios le reveló que Jesús es Jehová, y que hoy su nombre exaltado es Jesús. 

Cuando Pablo hizo la pregunta: «¿Quién eres Señor?», es importante tener en mente que para él como judío, ¡solamente Jehová era el Señor! Qué sorpresa para él, cuando Jehová le dijo: «yo soy Jesús…» (Hch. 9:5). Luego Ananías le dijo: «Hermano Saulo, EL SEÑOR JESUS, que te apareció en el camino por donde venías…» (Hch. 9:17). Pablo entendió que Jesús es el Señor (Jehová). 

De estas citas, podemos ver que la invocación oral del nombre del Señor Jesucristo, era una parte integral en la comunidad cristiana del primer siglo. El mandamiento de Pablo es, «Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús…» (Col. 3:17). Pablo dice: «Primeramente doy gracias a mi Dios MEDIANTE JESUCRISTO…» (Ro. 1:8). 

En todo el libro de los Hechos, NO ENCONTRAMOS A NADIE INVOCANDO LOS TITULOS, PADRE, HIJO, Y ESPIRITU SANTO PARA HACER ALGO 

RELACIONADO CON LA IGLESIA. ¡INVOCARON a Dios, usando el nombre del Señor Jesús, Jesucristo, Jesús el Cristo o Señor Jesucristo. Como ya hemos visto, Jesús es el nombre salvador de Dios, hoy, en este siglo (Hch. 4:12). ¡Jesús es el Señor y el Cristo! (Hch. 2:36). 

INVOCACIÓN DEL NOMBRE EN EL BAUTISMO. 

Significado de invocar el nombre de Jesús en el bautismo

TODO BAUTISMO registrado en la iglesia primitiva, fue administrado por inmersión, con la INVOCACION ORAL DEL NOMBRE DE JESUS, SEÑOR JESUS O SEÑOR JESUCRISTO. ¡Los apóstoles invocaron el nombre de Jesús, Señor Jesús o Jesucristo, en el momento en que bautizaron! Cuando Pablo fue bautizado, Hechos 22:16, dice que Ananías le dijo: «…Levántate y bautízate, y lava tus pecados, INVOCANDO SU NOMBRE». Santiago dijo: ¿No blasfeman ellos el BUEN NOMBRE que fue INVOCADO sobre vosotros?» (Stg. 2:7). 

Dios está tomando de los gentiles UN PUEBLO PARA SU NOMBRE. Él está levantando a su iglesia para que … «el resto de los hombres busque al Señor. Y todos los gentiles sobre los cuáles es INVOCADO mi nombre» (Hch. 15:14; 17). Hechos 2:38; 8:16; 10:48; 19:5 dicen que fueron bautizados o mandados a ser bautizados EN EL NOMBRE DE JESUS, SEÑOR JESUS O JESUCRISTO. 

La frase: «EN EL NOMBRE» se refiere a vanas cosas. La preposición: «en» lleva muchos sentidos en el griego. En relación con el bautismo en agua la frase quiere decir: 

1) Dentro de; con referencia hacia: (Mt. 28:19; Hch. 8:16; 19:5). Aquí la preposición «en» es «eis» en el griego. 

2) En la autoridad de; sobre: (Hch. 2:38). Aquí la preposición «en» es «epi» en el griego. 

Entonces el bautismo en el nombre del Señor Jesucristo es, «dentro de» ese nombre o «en la autoridad de» ese nombre. ¡Ambas cosas refuerzan nuestra posición! 

El bautismo es «dentro de» el nombre, porque realmente estamos entrando en Cristo al bautizarnos. Acuérdese que el nombre de Jesús, lo representa a Él mismo. Al bautizarse en su nombre, ¡estamos entrando «dentro de» ese nombre o dentro de Él mismo! Gálatas 3:27 dice: «porque todos los que habéis sido bautizados EN (DENTRO DE) CRISTO, de Cristo estáis REVESTIDOS. 

La única manera de entrar en Cristo, es Por medio de ser bautizados dentro de Él, por la invocación de su nombre. Ser bautizado dentro del nombre, es sinónimo de estar bautizado dentro de una persona, ¡Cristo! 

Romanos 6:3 dice: «O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados EN (DENTRO DE) CRISTO JESUS… Dice 1 de Corintios 1:13: «…¿O fuisteis bautizados EN (DENTRO DE) el nombre de Pablo? Si hubieran sido bautizados en el nombre de Pablo, hubieran estado «EN PABLO», pero al contrario, estaban en, y pertenecían a Cristo. Mateo 18:20 dice: «Porque donde están dos o tres congregados EN (DENTRO DE) MI NOMBRE, allí estoy yo en medio de ellos». 

El otro sentido, «en la autoridad de», no hace daño a la invocación oral del nombre. ¡Más bien lo establece. Jesús dijo: «Toda potestad (autoridad) me es dada…» (Mt 28:18). Por tanto, id, y haced discípulos… bautizándolos EN (DENTRO DE) EL NOMBRE…» Jesús es el que tiene toda autoridad y es por causa de quien es Él, que podemos bautizar ¡en «la autoridad de» su nombre! Cuando decimos «en el nombre de Jesucristo», ¡estamos haciendo algo con la autoridad del nombre! Si no decimos el nombre oralmente en el bautismo, no hemos hecho nada. Invocar, o mentar el nombre, establece la autoridad de Jesús. 

¡Cuando sanaron al paralítico, los sacerdotes querían saber con qué Potestad, o en qué nombre le habían sanado! Esto indica que la autoridad de Dios; esta en un nombre, Jesús; pues cuando sanaron el paralítico, lo hicieron diciendo, «en el nombre de Jesucristo (Hechos 3:6). 

Hechos 2:38 dice: «Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros EN (griego: epi – en la autoridad de; sobre) EL NOMBRE DE JESUCRISTO para el perdón de los pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo». 

Cuando bautizamos invocando el nombre del Señor Jesús estamos bautizando dentro de ese nombre, y en la autoridad de ese nombre, Como ya hemos visto, la iglesia primitiva echó fuera demonios, sanó enfermos, bautizó y se dirigió a Dios, invocando el nombre del Señor 

Jesucristo. Decir que la frase, «en el nombre» no indica la invocación oral del nombre, sería en desarmonía con la sagrada historia de los Hechos. 

¡También tendríamos un problema con Marcos 16:17 al 18, pues allí dice «en mi nombre» echarán fuera demonios y sanarán enfermos. ¡Según el libro de los Hechos, esto es lo que los apóstoles hicieron! Sanaron el paralítico diciendo: «en el nombre de Jesucristo» (Hch. 3:6).

Ellos no solamente meditaron en, o reflexionaron sobre el poder de ese nombre. Ellos sabían que la invocación del Nombre es lo que efectuó el milagro. Alguien que es bautizado en los títulos, Padre, Hijo y Espíritu Santo, está siendo bautizado sin mentar el NOMBRE. Seria como tratar de sanar un enfermo o echar fuera un demonio sin mentar el nombre de Jesús.

¡El demonio no saldría, y el enfermo quedaría enfermo! El bautismo en los títulos, es un bautismo «sin el Nombre». Es ir en contra del mandamiento apostólico: «Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho (incluyendo el bautismo en agua), hacedlo TODO EN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESUS…» (Col. 3:17). 

Además si la frase: «en el nombre de Jesucristo», no indica la invocación oral del nombre de Jesús, ¿Qué de Mateo 28:19? Allí encontramos el uso de la misma frase: «en el nombre». Entonces tendríamos que decir, que ¡ni Mateo 28:19, ni las citas en los Hechos son una fórmula para bautizar! ¡Tendríamos que decir entonces que no tendríamos una fórmula para bautizar a la gente! 

Esto es ilógico. Jesús dijo: «…id y haced discípulos, bautizándolos en (dentro de) EL NOMBRE del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (Mt. 28:19). ¡Los apóstoles obedecieron el mandamiento de Jesús en Mateo 28:19, bautizando DENTRO DE UN SOLO NOMBRE, JESUS! ¡Solamente hay salvación en ese nombre! (Hechos 4:12). 

LA DEIDAD REPRESENTADA EN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESUCRISTO. 

Jesús es el nombre propio de Dios, pero Señor y Cristo son títulos, posiciones o papeles que Él desempeña. A medida que se desarrollaba la Cristología de la Iglesia, los VARIOS TITULOS ADSCRITOS A JESUS, se combinaron en tal forma, que Pablo puede emplear consistentemente la frase única, «nuestro Señor Jesucristo». Los apóstoles usaron la invocación oral del nombre de Jesús, junto con uno u otro de los títulos (Señor; Cristo), atribuidos a su persona. 

Para ser salvo, es necesario que invoquemos el nombre. ¿Pero cuál nombre? Joel 2:32 dice: «Y todo aquel que invocare el nombre de JEHOVA será salvo». Pedro bajo la unción del Espíritu Santo en el día de Pentecostés, dijo: «Y todo aquel que invocare el nombre del SEÑOR, será salvo» (Hch. 2:21). Pedro está citando del Antiguo Testamento, y usa el título «Señor» como equivalente al nombre sagrado «Jehová». 

Esto tiene más importancia cuando tenemos en mente, que Pedro era un judío. Creía en un Monoteísmo estricto (Dt. 6:4). En la Septuaginta (la traducción de las Escrituras hebreas al griego), usaron la palabra «Kurios» (en griego «Señor»), para representar las palabras «Yahweh» o «Adonai», en el hebreo. De acuerdo con El Diccionario Expositivo de Palabras Neotestamentarias, por Vine, «Kurios» es usada en la Septuaginta y el Nuevo Testamento, para representar la palabra hebrea, Jehová (Yahweh). 

Todo judío de la época de Pedro, no hubiera visto otra cosa en la palabra «SEÑOR», que una representación del nombre «Jehová». ¡O sea que Pedro bajo la unción del Espíritu Santo, dice que hay que invocar el nombre del Señor (Kurios) o Jehová! ¡En su mente serían sinónimos! «Para un cristiano de la iglesia primitiva acostumbrado a leer el Antiguo Testamento, al oír la palabra «Señor» usada para Cristo, le sugeriría su identificación con el Dios (Jehová) del Antiguo Testamento». 

Los escritores del Nuevo Testamento, no hacen una distinción entre «Kurios» (Señor), cuando es usada para designar a Jehová, o cuando es usada para designar a Jesús. ¡Ambos, Jesús y Jehová son «Kurios», Señor! 

Ahora, cuando Pedro dice: «Y todo aquel que, INVOCARE el nombre del Señor (Kurios) será salvo», ¿a quién se refiere? ¿Cuál nombre hay que invocar?, 

Algunos dirán, pues se refiere a Jehová, pero al escudriñar el Nuevo Testamento, notamos que el nombre Jehová nunca fue invocado por los apóstoles o cristianos primitivos. Al decir SEÑOR, la representación del nombre Jehová en el Nuevo Testamento, todavía no hemos dicho o invocado el NOMBRE, solo la representación de ese nombre. ¡Pero al decir JESUS (Jehová salva), realmente estamos diciendo el nombre de Jehová! 

Es claro que Hechos 2:21 se refiere a Jesús quien es «Kurios» (Señor – Jehová). Esto es la única manera de entenderlo. Pedro usa un verso del Antiguo Testamento donde dice «invocaré el nombre de Jehová» y lo aplica a Jesús, quien es Jehová. Realmente el verso se entiende así: Y todo aquel que invocare el nombre de JESUS será salvo». 

Podemos apreciar esto otra vez en Romanos 10:9-15. El verso 9 dice: «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor (KURIOS)…». ¡La confesión de nosotros es, que Jesús es Señor o Jehová! Sigue diciendo: «…pues el mismo que es Señor de todos, es rico para todos los que le INVOCAN… porque todo aquel que invocare el nombre del Señor (Jehová), será salvo» (verso 12-13). 

Otra vez podemos ver que la invocación del nombre de Jesús (Jehová – salvador), es el cumplimiento de Joel 2:32. 

Al invocar el nombre de Jesús junto con los títulos Señor y Cristo, le estamos atribuyendo completa Deidad. Colosenses 2.9 nos enseña que toda la plenitud de la Deidad está en Jesús. La palabra griega «Pleroma» (plenitud), indica «suma total, o aún (súper) abundancia de algo». 

La suma total, o medida total de la Deidad, habita en Cristo. «Pablo usa el griego «katoikeo», que generalmente se traduce en «habitar», pero denota permanencia, así que el apóstol sugiere que todo lo que Dios es (en forma cualitativa), reside y continúa residiendo en Cristo». 

¡Todas las cualidades, prerrogativas; atributos y NOMBRES de la Divinidad están en Él! Si dijéramos que la Deidad consiste de Padre, Hijo y Espíritu Santo, tendríamos que decir que todos estos habitan en Jesús, pues en Él habita toda la plenitud de la Deidad. Como alguien bien dijo: «la Divinidad está en Jesús, no Jesús en la Divinidad». 

Cuando alguien es bautizado en el nombre del Señor Jesucristo, está siendo bautizado en el nombre propio de la Deidad (Jesús), junto con los dos títulos (Señor – Cristo) que le atribuyen Deidad total. Así se reconoce que la Deidad habita en Jesús. (Col. 2:9-10) 

TODA LA PLENITUD HABITA EN EL.

Señor (Kurios)——— JESUS ————— Cristo (Christos) 

Yahweh (Jehová)——Jehová – salva——-Ungido (Mesías) 

Padre——————-Hijo ——————–Espíritu Santo 

¡Toda la plenitud de la Deidad habita en Jesús! Por eso al decir el nombre: “Señor Jesucristo”, estamos confesando que en Jesús encontramos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Con razón Pablo dijo: Y vosotros estáis completos en Él» (Jesús). Fíjense que Pablo no dijo «y vosotros estáis completos en «ELLOS», SINO «EN ÉL», ¡JESUS! En Él habita toda la plenitud de la Divinidad (Col. 2:9).

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