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Estudios Bíblicos Pentecostales, Prédicas Cristianas Escritas, Sermones

¿EL ESPÍRITU DIVINO DEJÓ EL CUERPO DE JESÚS AL MORIR?

Índice

Por: Jason Dulle

Pregunta:

En el capítulo ocho de La Unidad de Dios, David Bernard escribe: «No debemos suponer que el Espíritu de Dios se apartó del cuerpo de Jesús en el momento en que pronunció las palabras:» Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado? El Espíritu divino dejó el cuerpo humano solo al morir . Hebreos 9:14 dice que Cristo se ofreció a Dios por medio del Espíritu eterno«.

¿Dejó Dios el cuerpo de Jesús en la cruz cuando murió como dice Bernard? Si es así, ¿Esto amenaza la unión hipostática provocada por la encarnación?

Creo que el Padre (naturaleza divina) todavía estaba allí unido en la carne en el punto de la muerte e incluso en la tumba. Si enseñamos que el Espíritu divino dejó el cuerpo en el punto de la muerte, nos inclinamos hacia el Nestorianismo en el sentido de que el Espíritu divino (Padre) es una persona diferente que vive dentro de la persona humana.

Esto plantea las siguientes preguntas:

1. ¿Dónde estaría la naturaleza divina al morir?

2. ¿Se unirá nuevamente el Espíritu divino durante la resurrección del cuerpo muerto?

3. ¿Hay algún punto en la unión hipostática cuando la naturaleza divina se separará de la naturaleza humana?

Respuesta:

Estoy de acuerdo con la opinión de David Bernard. De hecho, diría que si el Espíritu divino no se apartó del cuerpo de Jesús en el momento de la muerte, Jesús no podría haber muerto, porque la muerte solo ocurre cuando el espíritu se separa del cuerpo.

Como el espíritu de Jesús es el Espíritu divino encarnado, el Espíritu divino tuvo que apartarse del cuerpo de Jesús para que ocurriera la muerte. Si el Espíritu divino no se hubiera separado del cuerpo de Jesús, le habría sido imposible morir.

Temes que esto implique una visión nestoriana de Cristo, pero en realidad, creo que lo contrario es cierto. Al afirmar que Jesús murió porque el Espíritu divino se apartó de su cuerpo, uno realmente descarta la posibilidad de que Jesús sea dos personas en un cuerpo (una persona divina y una persona humana). ¿Cómo? En un Jesús nestoriano, la muerte no necesariamente resultaría de la partida del Espíritu porque la persona / espíritu humano todavía estaría presente en el cuerpo.

Solo si Jesús es una sola persona, la persona divina, la muerte necesariamente resultaría de la salida del Espíritu del cuerpo. Entonces, afirmar que el Espíritu se apartó del cuerpo de Jesús al morir no solo descarta el nestorianismo, sino que también explica cómo Jesús podría morir.

¿Significa esto que Jesús no fue Dios por tres días? No. El cuerpo seguía siendo el cuerpo de Dios incluso durante esos tres días, de la misma manera que cuando mueras, tu cuerpo seguirá siendo tu cuerpo.

De hecho, es por eso que tu cuerpo resucitará algún día, porque sigue siendo tu cuerpo. Así como recuperarás tu cuerpo algún día en la resurrección, también Dios recuperó su cuerpo cuando lo levantó de la muerte. ¿Cómo lo levantó? Al volver a unir Su Espíritu a ese cuerpo.

¿Amenaza esto la permanencia de la encarnación (unión hipostática)? No. De la misma manera que continuamos teniendo una naturaleza humana, incluso mientras nuestro espíritu está separado de nuestro cuerpo (después de morir), Dios también lo haría. La unión hipostática no es solo una unión física con un cuerpo humano, sino una unión metafísica con la naturaleza humana.

En cuanto a sus preguntas específicas: 

La naturaleza divina solo se refiere a la suma total de las propiedades divinas que pertenecen a Dios. Jesús «tiene» una naturaleza divina simplemente en virtud de ser Dios. Como Dios sigue siendo Dios, ya sea que esté encarnado en Cristo o no, conserva la naturaleza divina en todo momento.

¿El Espíritu divino se reunió con su cuerpo tres días después de la muerte de Jesús?.
No. Solo hubo un breve período de tiempo cuando Dios (la naturaleza divina) se separó de su cuerpo humano. Incluso durante ese tiempo, sin embargo, permaneció unido a la naturaleza humana. Recuerde, una «naturaleza» es una cosa metafísica, no física.