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Estudios Bíblicos Pentecostales, Prédicas Cristianas Escritas, Sermones

ÁRBOL DE JUSTICIA: EL HOMBRE NACIDO DE NUEVO I (LECCIÓN 4)

Índice

Esta es la cuarta lección de Árbol de Justicia, la cual es El hombre Nacido de Nuevo, espero sea de bendición en los hogares donde se imparte como un método evangelístico. 

Repase la lección 3 pasada (Árbol de Justicia: El Hombre Arrepentido) con las siguientes preguntas:

 a)     
¿A qué se refirió Jesús en Mateo 9:13 cuando dijo «Porque no he
venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento? (Aquí Jesús no
está buscando gente justa, sino a aquellos que reconocen que son pecadores).

b)      ¿Cómo se
convierte un hombre natural en un hombre arrepentido? (Al creer en la palabra
de Dios y reconocer que es un pecador, luego el deja que la espada, la palabra
de Dios, corte las obras de la carne
)

c)      El
arrepentimiento significa… (Muer
te)

d)     El
arrepentimiento es una completa transformación. Cuando una persona se
arrepiente, por lo menos muere a ¿Cuáles tres cosas? (1) Su vieja naturaleza 2)
Al mundo 3) Al pecado).

e)     
Explique cómo es que el arrepentimiento nos identifica con la muerte de Cristo
en la cruz. (Así como Cristo murió en el calvario, también nosotros por medio
del arrepentimiento hemos sido plantados juntamente con él en la semejanza de
su muerte.
Ahora estamos crucificados juntamente con él).

(También te invito a leer: La Doctrina de la Salvación)

 El propósito de la lección

 Demostrar la importancia de que un pecador nazca del agua en el nombre
de Jesús.

 EL HOMBRE NACIDO DE NUEVO

Dios no está interesado en cortar árboles para luego dejar troncos
desparramados por todas partes. Conforme el hombre continúa creyendo y oyendo
la palabra, algo maravilloso empieza a suceder. Dios toma a ese hombre
arrepentido e injerta una nueva naturaleza en él. A este proceso se le llama
nacer de nuevo.

 Lea Juan 3:5

Luego pídales que abran sus Biblias y lean Juan 3:1-21. Pídales que se
pongan cómodos para esta larga, pero importante lectura Bíblica. Informarles que
la escritura que están por oír está llena de vida y de hermosos conceptos
divinos.

Después que usted haya leído, quizás quiera recapitular de la
siguiente manera:

Una noche un maestro judío llamado Nicodemo se acercó a Jesús, estaba
seguro que Jesús procedía de Dios por los grandes milagros que hacía Jesús. Sin
embargo, no estaba interesado en hablar sobre milagros.

Jesús declaró directamente: Nicodemo si quieres ver y entrar al reino de
los cielos, necesitas nacer otra vez. Jesús luego le explicó que ese nacimiento
debía ser del agua y del Espíritu.

De la cepa (tronco) del árbol viejo, o condición de arrepentimiento del
hombre, Dios produce una nueva criatura llamada el hombre nacido de nuevo. Es
indispensable nacer de nuevo. Se adquiere por medio de dos elementos: el agua y
el Espíritu
. Los consideramos uno a uno a la vez.

¿CÓMO SE NACE DE NUEVO?

Lea Romanos 6:4

NACIDO DEL AGUA

El nacimiento del agua es el bautismo en agua en el nombre del Señor
Jesucristo. Bautismo viene de la palabra griega bapto que significa sumergir.
Por su mera definición y su aplicación en las escrituras, el bautismo es por
inmersión y no por aspersión (rociamiento) ni sumersión espiritual.

También es importante enseñar que la frase “en el nombre de”, no solo
significa por la autoridad de (como algunos enseñan) sino que significa
literalmente usar o llamar o invocar el nombre del Señor como se menciona en
Hechos 22:16.

Pídales que hallen y lean los versos (Asegúrese que ellos noten que todos estos versos mencionan el nombre de Jesús o por lo menos aluden al mismo de alguna forma). 

a) Hechos 2:38 “…En el nombre de Jesucristo…”

b) Hechos 8:16 “…En el nombre del Señor Jesús…” 

c) Hechos 10:48 “…En el nombre del Señor…” 

d) Hechos 22:16 “…Invocando su Nombre…” 

e) Hechos 19:5 “…En el nombre del Señor Jesús…” 

No cometa el error de contraponer Mateo 28:19 con alguno de estos versos. Lo que Cristo dijo es exactamente lo que hicieron los apóstoles, y exactamente lo que hacemos nosotros cuando bautizamos en el nombre. 

“…Bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo…” (Mateo 28:19) 

Se entiende con claridad cuando examinamos este verso más cuidadosamente. 

1) Dice “…En el nombre…” (singular y no en los nombres plurales). Esto significa que se invoca un nombre y la Biblia nos dice en Hechos 4:12 “…En ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos” 

2) Las palabras Padre, Hijo y Espíritu Santo no son nombres propios. Son pronombres propios que al ponerse en el contexto correcto se están refiriendo al nombre de esa persona. El hecho de que estén escritos con mayúscula es mayor prueba de que se refieren a una persona. Esta persona es Jesucristo. 

Además, la mayoría de nosotros somos padres e hijos, sin embargo, nuestro nombre oficial no es padre o hijo. Si alguno nos acusa de ser muy meticulosos sobre detalles insignificantes pregúntele amablemente cuál banco honraría o aceptaría un cheque firmado con tan solo el título padre o hijo. Todo documento debe llevar el nombre. Si las cosas terrenales requieren tanta exactitud ¿Es acaso una gran sorpresa que las cosas celestiales halla tanta o más seriedad? 

3) ¿Cuál sería el nombre del Padre? Jesús manifestó el nombre de su Padre, Jesús dijo: “Yo he venido en nombre de mi Padre…” (Juan 5:43). Uno de los títulos dados al niño del cual Isaías profetizó fue Padre Eterno

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre admirable, consejero, Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6) 

4) Los judíos continuamente rechazaban las afirmaciones de Jesús. Repetidamente le preguntaban “¿Tú quién eres? Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho. Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros, pero el que dice me envió es verdadero, y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo. Pero no entendieron que les hablaba del padre” (Juan 8:25-27) 

5) Jesús le explicó a Felipe que cuando uno lo veía a él, veía al padre. Esto significa mucho más que el ser uno en propósito, o el ser uno por medio del matrimonio. Cuando las personas se unen en uno por medio de una asociación empresarial o una relación matrimonial, aun cuando sean uno en propósito o sean declarados marido y mujer en el matrimonio, aun con todo no es posible ver a uno con ver al otro. Sin embargo, Jesús dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al padre…” 

“Jesús dijo: Si me conocieseis, también a mi Padre conoceréis, y desde ahora le conocéis y le habéis visto. Felipe le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me has conocido Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al padre, ¿Cómo pues dices tú, muéstranos al Padre?” (Juan 14:7-9) 

6) ¿Cuál es el nombre del Hijo? El ángel dijo: “Y dará a luz un hijo y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21) 

El ángel dijo: “Y ahora concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y llamarás su nombre Jesús” (Lucas 1:31) 

Pedro dijo: “Sea notorio a todos vosotros, a todo el pueblo de Israel, que, en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. 

Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:10-12) 

7) ¿Cuál es el nombre del Espíritu Santo?

El niño que había de nacer (Isaías 9:6) había de ser el consejero o el consolador mencionado por Jesús en Juan 14:16-18. 

El profeta Isaías dijo: “Y se llamará su nombre… consejero…” (Isaías 9:6) 

Jesús dijo: “Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos, vendré a vosotros” (Juan 14:16-18) 

En la Biblia ni tan solo una vez llegó alguno a repetir el mandamiento de Jesús, “…en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”. Los apóstoles entendieron el mandamiento y lo cumplieron al bautizar en el nombre de Jesús. Jesús dio el mandamiento y ellos lo cumplieron. 

Por ejemplo, si usted le dice a alguien: Dame el libro y él se limita a repetir el mandamiento dame el libro, usted nunca obtendrá el libro. Jesús mandó a sus discípulos a bautizar en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y ellos obedecieron al bautizar en el nombre de Jesucristo. 

En algunos casos tan solo una explicación general será suficiente. Pero en otros casos, especialmente donde ya ha habido alguna experiencia religiosa o algún contacto bíblico anterior, es posible que surjan preguntas más profundas acerca de la divinidad, la trinidad, la unicidad de Dios, entre otras. 

Cualquiera sea el caso, las respuestas son las mismas y siempre deben ser dadas respetuosa, firme y verazmente. Es importantísimo, sin embargo, que este concepto y el del arrepentimiento sean enteramente entendidos antes del bautismo. 

Otras notas sobre el bautismo: 

Bíblicamente hablando, todo bautismo para remisión del pecado fue hecho por inmersión, y no por aspersión. Los niños (infantes) jamás fueron bautizados. Cuando la Biblia dice que toda una casa fue bautizada (Hechos 10) o Lidia de Tiatira (Hechos 16) se sobreentiende que se refiere a los adultos o a los que eran ya conscientes de su pecado y no a los niños inocentes. 

8) ¿Es realmente necesario para la salvación el bautismo en agua en el nombre de Jesucristo? Marcos 16:16 dice: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere será condenado” 

Algunos dicen que en este verso la condición para ser condenados no es el rechazar el bautismo, sino el no creer. Sin embargo, se da por entendido que, si alguien no cree al evangelio, tampoco aceptará el bautismo. 

Es como si alguien le dijese: “Vamos a cenar en cierto restaurante de Los Ángeles”. Si por alguna razón usted no fuese a Los Ángeles esa noche, se daría por hecho que usted no habría cenado en ese restaurante. Usted no tendría que decir: “No fuimos a Los Ángeles y no cenamos en ese cierto restaurante”. 

9) ¿En verdad salva el bautismo

1 Pedro 3:21 “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo” 

(Puedes ver todas las lecciones en: Árboles de justicia, estudio bíblico en el hogar)

Así como Dios salvó a ocho almas por agua en los días de Noé, hoy también salva por el bautismo en agua, de acuerdo con 1 Pedro 3:21. Sabemos que fue la gracia de Dios la que salvó a Noé, porque Noé “halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6:8); no obstante, el vehículo que se usó fue el arca. 

De la misma manera, sabemos que la gracia de Dios es la que nos salva, y que el bautismo es parte de ese plan. El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva. Seamos sinceros, ¿Puede alguno que lea 1 Pedro 3:21 honestamente decir que el bautismo no salva? 

Por supuesto, se sobreentiende que, para poder ser válido el bautismo, tiene que estar fundamentado en un arrepentimiento genuino, en la aceptación de la gracia y la sangre, y de creer en la palabra de todo corazón

Conclusión 

Permítales hacer preguntas. Reparte la hoja de estudio. Termine con una oración ferviente e invítelos al próximo culto.

La Siguiente lección es Árbol de Justicia: El Hombre Nacido de Nuevo II