Saltar al contenido
Estudios Bíblicos Pentecostales, Prédicas Cristianas Escritas, Sermones

EL PRIMER VIAJE MISIONERO DE PABLO

Índice

EL PRIMER VIAJE MISIONERO DEL APÓSTOL PABLO

Primer viaje misionero de Pablo en la Biblia, Estudio bíblico sobre viajes de Pablo

Texto de estudio: Hechos 13:1-52; Texto Clave: Hechos 13:2: «Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado«

En este primer viaje misionero de Pablo, es importante reflexionar sobre el actuar del Espíritu Santo en la elección de Bernabé y Pablo para la obra misionera, hacer una valoración de cómo estos dos varones enfrentaron la misión y analizar el sermón que predicó Pablo en Antioquía en su primer viaje misionero.

PRIMER VIAJE MISIONERO DE PABLO, PREPARANDO EL CAMINO

Primer viaje misionero de Pablo según Hechos 13

Estimados hermanos (as) en Cristo Jesús, vamos a estudiar o meditar en el capítulo 13 del libro de Los Hechos de los apóstoles, en donde encontramos el relato de Lucas sobre el primer viaje misionero de Pablo.

Primer viaje de Pablo

En esta ocasión nos hemos propuesto estudiar el capítulo 13:1-52 de Hechos de los apóstoles. Para ello, nos hemos planteado hacer el abordaje desde tres objetivos ya mencionados anteriormente.

Lucas nos lleva a un punto decisivo en su narración. Se pierde de vista Jerusalén, desde donde se inició la predicación del evangelio, y luego «por toda Judea y Samaria» como Jesús lo había mandado (Hechos 1:8).

Comenzamos ahora la última fase de la misión: «Hasta lo último de la tierra«, teniendo como centro Antioquía y finalmente Roma. Los dos diáconos que predicaron prepararon el camino para lo que hemos de estudiar ahora. 

Esteban enseña la omnipresencia de Dios, mostrando claramente que Dios no habita en templos hechos por los hombres y que él tenía como propósito levantar un templo construido con piedras vivas. Con su valiente exposición, Esteban demuestra que la asistencia al templo todos los días es un estorbo para salir a predicar el evangelio hasta lo último de la tierra

Por su parte, Felipe lleva a muchos Samaritanos al conocimiento de la verdad, Pedro, predica al centurión romano en Cesarea y el Señor derriba a Saulo camino a Damasco. Otros predican el evangelio en Antioquía, destruyendo prejuicios para permitir la predicación en otras tierras. De esta manera se está preparando el camino para iniciar la predicación a los gentiles. 

Es bueno señalar que las actividades de la primera predicación estuvieron centradas en Jerusalén. El testimonio estaba dirigido hacia los judíos; sin embargo, Lucas describe relatos de varios incidentes que prepararon el camino para la gran misión a los gentiles.

A medida que el evangelio se extendía desde Palestina y Siria a otras provincias romanas, los discípulos continuaron intentando ganar a los judíos, pero el crecimiento más significativo era entre los gentiles. Llegó a ser evidente que los cristianos no podían continuar su asociación con los cultos de las sinagogas. 

PRIMER VIAJE MISIONERO DE PABLO, ENCOMIENDA DE BERNABÉ Y SAULO

La iglesia de Antioquía había encomendado a estos dos varones (Bernabé y Saulo) ir a Jerusalén para llevar ayuda a los hermanos. Esto se dio después de oír la profecía de Agabo (Hechos 11:27-30): «Habiendo cumplido su servicio, volvieron de Jerusalén» (Hechos 12:25).

Lo hacen trayendo «también consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos», quien es posteriormente el compañero para la primera parte del primer viaje misionero de Pablo. 

LA DIVERSIDAD DE CULTURAS EN LA IGLESIA 

Los maestros de Antioquía se habían ocupado de preparar al liderazgo, tratando de dar espacio a los dones que el Espíritu Santo daba. El pasaje menciona cinco hermanos con dones de «profetas y maestros» (Hechos 11:26; 15:35;18:11;20:20).

Lucas no explica cuál es la diferencia entre uno y otro don. Tampoco podemos deducir del texto si todos ejercían ambos dones o algunos.

Lucas menciona los nombres. El primero es Bernabé, un levita oriundo de Chipre (Hechos 4:36; 11:22-26). El segundo es «Simón el que se llamaba Niger». Simón es un nombre hebreo, pero apodado negro, presumiblemente por ser natural de África. Esta persona es seguramente la que llevó la cruz de Jesús (Lucas 23:26), padre de Alejandro y Rufo (Marcos 15:21; Romanos 16:13)

Tercero, Lucio de Cirene, que algunos identifican como pariente de Pablo (Romanos 16:21). Cuarto, «Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca». El quinto es Saulo nacido en Tarso de Cilicia, hebreo de hebreos

PRIMER VIAJE MISIONERO DE PABLO, LA ORDEN DEL ESPÍRITU SANTO  

Mientras estos cinco ministran la obra del Señor, ayunando, el Espíritu Santo hace conocer su voluntad. El término ministrar es en el griego leitourgia de donde nace la palabra liturgia. En el nuevo testamento significa ministración sagrada (Lucas 1:23). En la septuaginta se emplea para los servicios realizados por sacerdotes y levitas (Éxodo 29:30; 31:10; 39:13)

Primer viaje misionero de Pablo: El Espíritu Santo dijo Apartadme a Bernabé

Mientras están en esta solemne actitud de expectativa «dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado» (v2). ¿Cómo hace el Espíritu para demostrar su voluntad? No lo dice, pero lo más probable es que alguno de los profetas reciben la revelación. Teniendo la precisión de Dios, vuelven a continuar su ayuno y oración sin apresurar sus pasos.

Lucas no nos dice la naturaleza del ministerio al cual el Espíritu Santo los llama, ni tampoco el lugar de trabajo. Lo que claramente desea impartir es la confirmación completa de la manera en que los ministros del Señor deben ser apartados. 

El texto griego dice: «Apartadme verdaderamente o totalmente», mostrando un acto soberano de Dios al sacar de la iglesia a las dos personas más dotadas y sobresalientes. Por la dirección que posteriormente toman los enviados, nos damos cuenta de que el trabajo encomendado es la evangelización y formación de iglesias en las rutas del oeste del imperio (Hechos 14:26; 15:38)

La iglesia es apartada, pero el llamado es de Dios. La iglesia recibe la orden, pero ellos la misión. Hay una conjunción de voluntades, aunque con diversidad de labores. Cada uno hace lo suyo y todos obedecen a Dios. 

Bernabé y Saulo comprueban que Dios está en todo. Saben que la iglesia de Antioquía los encomienda porque cuando regresan de la extensa y riesgosa gira reúnen a la iglesia y «refirieron cuan grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles» (Hechos 14:27)

PRIMER VIAJE MISIONERO DE PABLO, LA SALIDA CON BERNABÉ

La imposición de manos en el primer viaje misionero de Pablo

Cuando todo está confirmado después de haber «ayunado y orado, les impusieron las manos». Después de haber orado, para mostrar el compromiso asumido por la iglesia. Esto explica la actitud de Bernabé y Saulo al retornar.

La imposición de manos es una confirmación de Dios los había llamado y que la iglesia se solidariza con esa salida en todo el sentido de la palabra. Es como decir: «Vayan como Dios los manda que nosotros los acompañamos siempre»

LA AUTORIDAD DEL ESPÍRITU Y DE LA IGLESIA EN EL PRIMER VIAJE MISIONERO DE PABLO

Aunque la iglesia los despide, es el Espíritu Santo quien los envía a las labores. Con todos los detalles en regla, Bernabé y Saulo con Marcos como «ayudante» salen a su primer viaje misionero.

¿Quién encomienda a estos predicadores? El v 4 dice: «ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, que es quien había dado la orden de separar a dos de ellos, salen de la iglesia. En un sentido es la iglesia que por orden del Espíritu los desvincula de las responsabilidades locales que asuman las nuevas que Dios les da.

El verbo despedir en el griego tiene el sentido de soltar. En un sentido, es la labor del Espíritu instruyendo a la iglesia, y en otro, la disposición de la iglesia asumiendo la responsabilidad de concretar el propósito del Espíritu.

PRIMER VIAJE MISIONERO DE PABLO, LA ENTRADA A CHIPRE

Desde este puerto se dirigen a Chipre a unos 110 kilómetros de seleucia. Es el lugar de origen de Bernabé (Hechos 4:36). Aparte de las labores que pueden realizar con personas relacionadas con Bernabé, también se valen de los resultados dejados por la primera persecución (Hechos 11:19)

Los creyentes que habían huido de Jerusalén se diseminaron por todas partes y algunos pasaron por Chipre antes de encaminarse para Antioquía.

«Y llegados a Salamina» se encontraron con una población judía extensa que había varias sinagogas en la ciudad. Parecería extraño que, teniendo la misión de predicar a los gentiles, se detengan para predicar a los judíos, pero éste es el método de Pablo en todas las giras.

En la sinagoga, durante el primer viaje misionero de Pablo

En cada ciudad que visita busca la sinagoga para hacer el primer llamado, a fin de que el evangelio sea primeramente anunciado a los judíos (v 46; Romanos 1:6) (Comp. 2:9-10)

El texto dice que «anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos«. El verbo anunciar es más propiamente declarar, mostrar o proclamar, y significa poner en evidencia la obra de Jesús ((Hechos 4:2; Hechos 13:38; 15:36; 16:17; 17:3,13)

De esta primera actividad evangelística se desprende que la ley había sido una preparación para el ingreso del evangelio. Es por medio del culto judío que Pablo esparce el mensaje para la predicación, y únicamente cuando los judíos rechazan el mensaje, los misioneros buscan otro auditorio.

PRIMER VIAJE MISIONERO DE PABLO, LA EXPERIENCIA EN PAFOS

Dejando Salamina, viajan hacia el oeste «atravesando toda la isla hasta Pafos» (v 6a). En este lugar hallaron a cierto mago, a quien Lucas describe como falso profeta, llamado Barjesús. Éste hacía a veces de asesor del procónsul, éste funcionario romano, según Lucas, es un varón prudente, inteligente, sagaz, entendido y que pese a su vinculación con el ocultismo tiene deseo de conocer el evangelio, así que «llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la palabra de Dios» (v 7)

El procónsul, que había oído los hechos de Bernabé y Saulo en el territorio de Chipre, necesita cotejarlos con el mago. Así que los convoca procurando oírlos. Ellos, aprovechando la oportunidad que se les presenta, predican a Cristo delante de Barjesús (significa: «hijo de Jesús) a quien Lucas denomina ahora Elimas («el mago»).

Elimas viendo el interés del procónsul se alarma pensando que podría ser despedido. Comienza a maldecir y a negar las afirmaciones de Bernabé y Saulo. Lucas dice que este les resistía. Pablo ve en esta actitud un serio intento del enemigo para destruir todo el trabajo iniciado, de modo que lo enfrenta, así como Pedro lo hizo con Simón en Samaria (Hechos 8:20).

Sin dar explicación alguna, Lucas menciona el nuevo nombre de Saulo con el que llevaría, en el poder de Dios, el evangelio a los gentiles.

Saulo es un nombre hebreo y Pablo es griego. Era común la utilización de dos nombres, sobre todo pensando que muchos de los judíos esparcidos hablaban el griego. Pero notamos que a Pablo no se lo llama más Saulo, y en lugar de ser Bernabé y Saulo, desde este momento es Pablo y Bernabé, según veremos más adelante.

Pablo, «lleno del Espíritu Santo» como señala el texto, habla duramente al opositor. Es interesante notar el modo en que Dios da voluntariamente del Espíritu a los siervos que lo necesitan. Pablo había sido apartado por el Espíritu, guiado por el Espíritu y ahora lleno del Espíritu.

Dios quiere que su siervo actúe con denuedo, libertad y gran poder al reprender al enemigo. La reprensión es muy severa: «¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?» (v10)

Hay una profunda indignación del apóstol, pero también vergüenza, porque en la oposición del impostor judío reconoce el mismo espíritu que actuó un día en él. Y pronuncia sobre Elimas, el mismo juicio que había caído sobre Saulo de Tarso: «Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra tí, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo» (v. 11a)

Después de la sentencia, «inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas» (v 11b) como años antes había ocurrido con él en el camino a Damasco (Hechos 9:8). Pablo espera que como había sucedido con él, Barjesús tuviese un arrepentimiento.

Con el método que Pablo había sido ganado, anhela ganarlo también a él. «Entonces el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor» (v12). La combinación del mensaje con señales, asombra al magistrado romano.

Nosotros creemos que realmente recibió la doctrina del Señor en su corazón y fue salvo, porque la enseñanza autoritativa que oye fue acompañada con poder del cielo.

LA EVANGELIZACIÓN DEL SUR DE GALACIA (Hechos 13:13-14:28)

Los misioneros abandonaron la isla para pasar al territorio continental donde Pablo había nacido. Desembarca en Atalia (Hechos 14:25), puerto que servía a Perge donde se dirigían. En este lugar el ayudante los abandona, según informa Lucas muy escuetamente en el V. 13.

Por lo que leemos en Hechos 15:38 parece que lo hace en discrepancia con los misioneros. Según parece que el cambio de liderazgo en la misión que se inicia como «Bernabé y Saulo» y ahora es Pablo y sus compañeros (Hechos 13:13) es lo que más le molestó a Marcos.

Quizás también favorece la decisión el carácter duro de Pablo, que siendo de extracción totalmente hebrea, Marcos no comparte la misión a los gentiles, con todos los riesgos que significa. Finalmente llegan a la ciudad de Antioquía de Pisidia, denominada así para distinguir de las otras.

PRIMER VIAJE MISIONERO DE PABLO, ANTIOQUÍA DE PISIDIA (HECHOS 13:13-52)

Pablo llega enfermo, con seguridad, Bernabé tiene que asumir la mayor responsabilidad, por lo menos en los primeros días.  Un día de reposo, Pablo y Bernabé, entran en la sinagoga, que se convierte en el lugar estratégico de predicación durante el ministerio de Pablo.

Es decir, predicar primeramente a los judíos. Así que, entraron en la sinagoga y se sentaron (v 14; ver 16:13). La congregación está compuesta por judíos y por los temerosos de Dios, que incluía a los prosélitos y otro tipo de persona (Hechos 10:2), en general una parte muy influyente en la comunidad.

El servicio se lleva a cabo según el orden establecido. Comienza con el Shema: «Oye Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es» (Deuteronomio 6:4-9) (comp. 11:13-21). De inmediato la oración, la lectura de la ley y los profetas, y en cuarto lugar el sermón adecuado al tema.

Era costumbre que cuando una visita calificada aparecía en la sinagoga, fuera invitada para dar este discurso. Por esta razón los principales de la sinagoga piden a las visitas que pasen y hablen. Pablo acepta la responsabilidad.

Lucas registra lo ocurrido no solamente al reproducir el sermón, sino también al mostrar el modo en que Pablo lo hace. Se pone de pie y con un gesto característico, pide la atención de los asistentes (v 16) (Hechos 12:17; 21:40).

Pablo se dirige a los presentes como a «varones israelitas y los que teméis a Dios» (v26). Entre estos últimos están, además de los prosélitos, simples gentiles que buscan a Dios y asisten al culto hebreo (Hechos 10:2, ver 15:21).

Pablo procura vincular el pentateuco y los profetas con Jesús, elaborando uno de los discursos más importantes del nuevo testamento. Lucas lo transcribe, aunque resumido, para que Teófilo en primera instancia y luego todos sus lectores, detecten la similitud del mensaje de Pablo a los judíos. Pablo quiere predicar el evangelio primeramente a los judíos, y después a los otros seguidores de esa fe.

1) EL SERMÓN TIENE UN PROPÓSITO

Pablo diagrama un mensaje con el mismo argumento que Esteban, conservando la característica de Pedro en Pentecostés sobre la importancia central de la muerte y resurrección de Jesús. Él, que había oído la defensa de aquel mártir, no se puede sustraer al poder de su discurso. Nunca había oído a una persona que con tanta autoridad reprochara a Israel su pecado en calidad de resistencia al Espíritu Santo.

Descubrimos que Pablo, como Esteban, no se identifican con el pueblo y solamente en una o quizás dos veces se involucra. Durante toda la exposición conserva una evidente separación. Desea mantenerse distante del judaísmo, y del helenismo, para demostrar el alcance universal del evangelio. Tres temas le preocupaban en modo especial:

Primero, la omnipresencia de Dios. Aunque predica en una sinagoga de Galacia, el Dios de su mensaje está en todas partes y tiene acceso a todos los lugares.

Segundo, la soberanía de Dios. Todos los verbos que hayamos en el sermón, por ejemplo, escoger, enaltecer, sacar, soportar, dar, levantar, son descriptivos de un propósito concretado por la soberanía de Dios. La misma visita de Pablo a ese lugar está enmarcada dentro de ese plan.

Pablo muestra al Dios de «este pueblo de Israel» desde la esclavitud de Egipto (Hechos 7:6,29), hasta llegar a la tierra prometida. Durante alrededor de cuatrocientos cincuenta años los libertó por medio de jueces hasta llegar a Samuel.

Saúl fue el primer rey que según este dato reinó cuarenta años y finalmente «les levantó por rey a David», una persona a quien denomina «varón conforme a mi corazón» (1 Samuel 13:14; Salmo 89:20).

Pablo hace un salto de esos centenares de años para puntualizar que la voluntad de Dios era que Cristo descendiera de esa línea real (Lucas 1:32; 2:4). Esto sucedió y fue precedido por Juan el Bautista (v24)

Tercero: La gracia de Dios. Tal como Esteban lo había hecho, Pablo también se ocupa de mostrar el carácter bondadoso de Dios para con su pueblo, especialmente ayudándolos y sosteniéndolos a pesar de sus rechazos frontales. En cada consideración muestra algo de lo que Dios les dio sin obtener respuesta duradera alguna.

Aunque Pablo no destaca los continuados enfrentamientos, como lo hizo Esteban, deja entrever la resistencia a la conducción cuando dice: «Luego pidieron rey», que según leemos en 1 Samuel 8:6-7; 10:19 fue un rechazo a Dios.

Casi los mismos verbos que sirven para describir la soberanía divina son también válidos para destacar su gracia incluso en dar arrepentimiento «a todo el pueblo de Israel» (v24)

2) EL SERMÓN TIENE UN CLÍMAX (V 23-24)

Pablo continua el mismo estilo que Pedro en su predicación, pero concentrando su atención en la venida de Jesús. Dice que Dios «levantó a Jesús por Salvador a Israel» «conforme a la promesa» (Hechos 2:30; 2 Samuel 22:51; Salmo 132:11). Sigue un estilo similar al de Pedro en casa de Cornelio (Hechos 10:36-43).

A esta altura de su mensaje, Pablo hace un paréntesis. Quiere involucrar nuevamente a su auditorio tratando de aplicar a los asistentes todo lo que resta de su exposición: «Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios».

Quieren que reconozcan que Dios se fue moviendo no de acuerdo a los sentimientos vacilantes de Israel, sino de acuerdo a sus propósitos. Por esta causa le es «enviada la palabra de esta salvación» (Hechos 3:26), que los «habitantes de Jerusalén y sus gobernantes, no conociendo a Jesús ni las palabras de los profetas que se leen todos los días de reposo, las cumplieron al condenarle» (v27)

Los judíos no quisieron entrar en los secretos de la vida de Jesús. Aunque por lo que veían y sabían de él no los podían condenar, lo hicieron contra toda razón (Hechos 3:13; Lucas 23:4) por medio de los romanos (v28).

Al hacerlo, sin querer cumplieron «todas las cosas que de él estaban escritas» (Lucas 22:37; Juan 19:28), incluso lo de quitarlo del madero, como ponerlo en el sepulcro, cosa que según los evangelios hicieron dos miembros del sanedrín (Nicodemo y José de Arimatea, Lucas 23:50; Juan 19:38).

PRIMER VIAJE MISIONERO DE PABLO, LA RESPUESTA DE LA GENTE (V 42-52)

La respuesta que hubo en la predicación del evangelio durante el primer viaje misionero de Pablo

Aparentemente Lucas solo registró una sinópsis del sermón de Pablo. Cuando él y Bernabé dejaban la sinagoga, la gente les pidió que les hablaran de nuevo el sábado siguiente acerca de Cristo. (v42). Muchos de los judíos y convertidos al judaísmo continuaron discutiendo el tema con Pablo y Bernabé después de la conclusión del culto (v43)

Durante la semana, la noticia se esparció rápidamente acerca de las buenas nuevas traídas por Pablo y Bernabé a la sinagoga. Muchos de la ciudad se reunieron para oír la palabra de Dios (v44). Probablemente los gentiles respondieron a la promesa de que «en él…es justificado todo aquel que cree» como incluyéndolos. Vinieron a la sinagoga para oír acerca del mensaje de Pablo.

Los gentiles temerosos de Dios o prosélitos habían sido aceptados por los judíos de la sinagoga, pero cuando los judíos vieron a los gentiles paganos viniendo a oír a Pablon»se llenaron de celos» (v45). Ellos contradijeron la interpretación y la aplicación que Pablo había dado a las Escrituras del antiguo testamento.

Los judíos llegaron a enfurecerse durante el debate y aún blasfemaron o maldijeron a Cristo (v45). Pablo mostró por las escrituras (Isaías 49:6) que era la voluntad de Dios que la luz del evangelio fuera llevada a los gentiles (v47). Jesús había ordenado que las buenas nuevas de salvación fueran llevadas hasta lo último de la tierra.

CONCLUSIÓN SOBRE EL PRIMER VIAJE MISIONERO DE PABLO

El estudio de esta lección nos ha llevado a la siguiente conclución:

Primero, que el actuar del Espíritu Santo en la selección de Bernabé y Pablo para la misión, sobre esto concluimos que es el mismo que los encomienda, que los envía, es quien da la orden de separarlos para la misión. Es la iglesia que por orden del Espíritu que hace que asuman nuevas responsabilidades.

Segundo, que estos dos varones enfrentaron la misión con mucho temor y temblor, razón por la que el Espíritu Santo los estuvo respaldando durante su ministerio, a pesar de las grandes luchas que enfrentaron.

Tercero, al hacer un análisis sobre el sermón predicado por el apóstol Pablo en Antioquía, decimos que tres temas le preocupan en modo especial:

1) Pablo hace énfasis en la omnipresencia de Dios. Aunque predica en una sinagoga de Galacia, el Dios de su mensaje está en todas partes.

2) Enfatiza sobre la soberanía de Dios. Todos los verbos que se encuentran en el mensaje predicado, como son escoger, enaltecer, sacar, soportar, dar, levantar, son descriptivos de un propósito concretado por la soberanía de Dios.

3) Hace resaltar la gracias de Dios. Pablo también se preocupa de mostrar el carácter bondadoso de Dios para con su pueblo, especialmente ayudándolos y sosteniéndolos a pesar de sus rechazos frontales.

Por ello invita al arrepentimiento «a todo el pueblo de Israel» (v24)

Puedes continuar leyendo sobre el Primer viaje misionero de Pablo en Iconio y Listra