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LA TENTACIÓN DE JESÚS

Índice

LA TENTACIÓN DE JESÚS (MATEO 4:1)

La tentación de Jesús en el desierto

«Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo» (Mateo 4:1). En este artículo «la tentación de Jesús» tenemos como objetivo dar a conocer el concepto de tentación, enfatizar los tipos de tentaciones a las que fue sometido Jesús y destacar cómo podemos vencer la tentación.

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Querido hermano, abordaremos en este estudio lo referente a la tentación, ya que tenemos que saber que todo creyente no es inmune a ella, por lo cual en vez de rehuir y omitirla, tenemos que estudiarla para enfrentarla y vencerla con la ayuda de nuestro Señor Jesucristo.

La palabra de Dios habla de una batalla constante dentro de nosotros. Gálatas 5:16-17 «Digo pues: andad en el Espíritu y no satisfagáis la concupiscencia de la carne, porque la carne codicia contra el Espíritu, y estas cosas se oponen la una a la otra, para que no hagáis lo que quisieras»

LA TENTACIÓN DE JESÚS: ¿QUÉ ES LA TENTACIÓN?

Lo que aprendemos de la tentación de Jesús

En el hebreo, masa, bahan; en griego [ek] peirazo, dokimazo. Significa inducir a pecar cediendo a todo aquello que es en contra de la voluntad de Dios, cuando de su propia concupiscencia (deseo) es atraído y seducido.

La tentación de Jesús es tipológicamente descriptiva del éxodo

Algunos comentaristas afirman que sin duda, esta experiencia de la tentación de Jesús en el desierto es tipológicamente descriptiva del éxodo. Por ejemplo, después que Jesús fue bautizado, el Espíritu lo llevó al desierto para ser tentado. Recordemos que Moisés salió de Egipto (mundo), pasó el mar rojo (bautismo) y se introdujo en el desierto (tentación)

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Jesús había entrado al entendimiento de su recapitulación del papel de Israel en su propia persona, las tentaciones son básicamente las mismas que las del pueblo de Dios (Ver 1 Corintios 10:1-13) y viene a poner a prueba, tanto a la persona como el programa de Jesús. 

También hay un paralelismo en las tentaciones de Adán y Eva (Génesis 3) descritos como los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida (1 Juan 2:16) que sugiere que las tentaciones eran típicamente aquellas que la humanidad como un todo tiene que enfrentar. 

En el versículo 1 del capítulo 4 de Mateo (La tentación de Jesús) se observa que el Espíritu de Dios lleva a Jesús al desierto para que se enfrente con Satanás ¿Para qué? Para ser tentado

PRUEBA Y TENTACIÓN

LA PRUEBA VIENE DE DIOS

A menudo Dios prueba a los hombres, en particular a sus hijos y sus siervos, como la purificación de los metales en el crisol. Probó a Abraham al mandarle que ofreciera a Isaac en holocausto y la fe del patriarca salió robustecida (Génesis 22:1; Isaías 48:10; Zacarías 13:9; Santiago 1:12).

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En excepción tenemos el caso de Job, enseña claramente que Dios a veces permite que Satanás someta a prueba a los siervos de Dios para conseguir los efectos benéficos (Job 1:6-12; 2:3-7; 42:10-17)

En fin la prueba tiene como propósito dar un estatus más alto de fe, de liderazgo, buena posición económica, social y la vida eterna. Como en el caso de José en Génesis 39, 40, 41)

LA TENTACIÓN VIENE DEL DIABLO

Tiene como propósito inducir al hombre al fracaso del pecado, ocupándose de todo tipo de medios engañosos, fraudulentos y destructivos, cuyo fin es llevar al hombre a la muerte eterna. Cuando Jesús fue sometido a la tentación estaba preparando espiritualmente para ello, estaba lleno del Espíritu Santo, había ayunado 40 días y 40 noches, esta radiografía de Jesús la encontramos en Santiago 4:7.

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Los 40 días en el desierto después del bautismo son una miniatura de los 40 años de Israel en el desierto después de su bautismo en el éxodo cuando como hijos de Dios fueron llamados de Egipto (Oseas 11:1)

LA TENTACIÓN DE JESÚS EN EL DESIERTO (MATEO 4:1)

Las tres tentaciones de Jesús 

1) La tentación de Jesús: #1 Si eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en pan

Durante la tentación de Jesús, la palabra de Dios enseña que Jesús tuvo hambre, pero Jesús con todo contesta con la escritura (Deuteronomio 8:3) aludiendo a Israel (Números 11:4-9) por su descontento con el maná, «no solo de pan vivirá el hombresino de toda palabra que viene de la boca de Dios«.

Esta primera tentación de Jesús está dirigida al cuerpo (Los deseos de la carne). En Génesis 3:6, el árbol era bueno para comer, el enemigo instaba a Jesús a que estuviera insatisfecho con la provisión de Dios y para embarcarse en un programa de alimentación milagrosa con el propósito de lograr sus fines.

2) La tentación de Jesús: #2 Si eres Hijo de Dios échate abajo

En la segunda tentación de Jesús, el enemigo le llevó a la santa ciudad, al pináculo del templo y le dijo: «Si eres hijo de Dios échate abajo porque escrito está a sus ángeles mandará acerca de ti y en sus manos te sostendrá para que no tropieces con tu pie en piedra».

Satanás cita las escrituras sutilmente, pero fuera de contexto. Jesús respondió citando Deuteronomio 6:16, dando a entender que el diablo no debe tentar al Señor su Dios, esto se refiere al incidente en masa donde el pueblo demandó señales de la presencia de Dios (Éxodo 17:1-7)

En esta ocasión, la tentación de Jesús está dirigida a la mente, los deseos de los ojos (Génesis 3:6 dice «Agradable a los ojos») instigaba a Jesús a estar insatisfecho con los métodos de Dios y a embarcarse en un programa de realizaciones de portentos espectaculares con el propósito de lograr sus fines. 

3) La tentación de Jesús: #3 Todo esto te daré si postrado me adorares

La tentación de Jesús se da en un monte muy alto donde el diablo lo llevó y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos , y le dijo: «Todo esto te daré si postrado me adorares». Entonces Jesús le dijo: «Vete Satanás porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y al Él solo servirás«.

Jesús cita Deuteronomio 6:13 que hace referencia al incidente del becerro de oro (Éxodo 32:1-6), esta es la tentación final dirigida al alma, la vanagloria de la vida (Se puede comparar con Génesis 3:5 que dice «seréis como Dios»)

La tentación de Jesús en este caso es ser instigado a estar insatisfecho con Dios mismo y embarcarse en un programa de manipulación más inescrupuloso para lograr sus fines.

Es importante aclarar que la tentación no se ha de confundir con el pecado, pues la sugerencia del mal no se convierte en pecado si no se acepta. En la tentación de Jesús, su cabal humanidad le permitió apreciar toda la fuerza de los embates del maligno que pusieron a prueba la perfección de su persona pero no pecó (Hebreos 4:15)

¿CÓMO PODEMOS VENCER LA TENTACIÓN?

Hemos hablado de la tentación de Jesús, pero ¿Cómo vencer la tentación?

Según Santiago 4:7, la tentación la podemos vencer de la siguiente manera:

a) Someteos a Dios bajo su autoridad como Cristo. 

b) Resistid al diablo, póngase firme contra el diablo o poniendo presión contra alguien o algo empujando, rechazando.

c) Y huirá de vosotros, cuando usted lo resiste conforme al plan de Dios, él correrá y huirá (1 Pedro 5:8-9; Hebreos 2:18)

Recordemos que Cristo nos da la victoria, confiemos en él (Mateo 26:41), orad sin cesar.

La tentación de Jesús, conclusión

En conclusión, las situaciones en que Adán y el pueblo escogido sucumbieron, Jesús como nuevo Adán y primogénito del nuevo pueblo, obtuvo para sí mismo y para los suyos, la victoria; por lo tanto, es capaz de compadecerse de nuestras debilidades habiendo sido tentado en todo sentido, pero sin pecado (Hebreos 2:18; 4:15)

Nosotros los creyentes debemos estar conscientes de la debilidad de la carne. Hemos de pedir a nuestro Padre «No nos metas en tentación, más líbranos del mal» (Mateo 6:13), pero si Dios permite la prueba, el creyente no caerá si se vale de los recursos del Dios fiel, quien no os dejará ser tentados más allá de lo que podéis sufrir, sino que también dará la salida (1 Corintios 10:13)