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¿CÓMO ESTÁ SUJETO EL HIJO AL PADRE EN 1 CORINTIOS 15: 24-28?

Índice

Por: Steven Ritchie

EL HIJO SUJETO AL PADRE

Pablo escribió en 1 Corintios 15: 24-28, “Luego llega el fin, cuando entrega el reino al Dios y Padre, cuando ha abolido todo gobierno y toda autoridad y poder. 25 Porque debe reinar hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. 26 El último enemigo que será abolido es la muerte. 27

Pues EL HA PUESTO TODAS LAS COSAS SUJETAS BAJO SUS PIES. Pero cuando dice: «Todas las cosas están sujetas», es evidente que Él es el que pone todas las cosas sujetas a Él. 28 Cuando todas las cosas estén sujetas a Él, entonces el Hijo mismo también estará sujeto a Aquel que le sujetó todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.

¿Hubo alguna vez un momento en que el hijo de Dios no estaba sujeto al Padre? Jesús dijo en Juan 8:29: «Siempre hago las cosas que le agradan». Por lo tanto, el contexto de 1 Corintios 15: 24-28 es muy peculiar y debe analizarse en su contexto completo para recibir una exégesis adecuada. 

El versículo 24 aborda a Jesús entregando el Reino de Dios en la tierra al Padre, después de que él aboliera todo «gobierno secular y toda autoridad y poder (Versículo 24) «. Porque el Padre ha «puesto todas las cosas en sujeción bajo sus pies (Versículo 27) «. 

Entonces, cuando todas las autoridades humanas estén sujetas a Jesucristo como «el Rey de reyes y Señor de señores», entonces Cristo someterá todas las cosas al Padre, «PARA QUE DIOS PUEDA SER TODO EN TODO». 

El comentario del púlpito dice: “Para que Dios sea todo en todos. Las palabras implican una supremacía completa y absoluta«.

En otras palabras, después de que el Hijo de Dios venga con sus poderosos ángeles para abolir todo gobierno, autoridad y poder secular en la tierra, entregará su reino global a Dios el Padre. Entonces Dios el Padre reinará sobre toda la tierra a través del Hijo

El Hijo de Dios es «Emanuel, Dios con nosotros» como un hombre verdadero. Por lo tanto, después de que el último enemigo (muerte) sea abolido y puesto bajo sus pies (el de Cristo), la naturaleza humana completa de Cristo estará completamente sujeta a la divinidad del Padre, de modo que el único Dios verdadero el Padre reinará sobre toda la tierra a través del hombre Cristo Jesús

Por lo tanto, así como el Hijo siempre estuvo sujeto al Padre antes de su segunda venida, así el Hijo de Dios estará completamente sujeto al Padre al someter toda regla secular en el planeta tierra bajo la sujeción al único Dios verdadero el Padre

Este es el significado de Apocalipsis 22: 3, «El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad y sus siervos le servirán«. Aquí solo vemos un Trono de Dios que estará ocupado por la única imagen del Dios invisible que veremos, el Cordero de Dios que es el hombre Cristo Jesús(1 Tim. 2: 5) . 

Las escrituras prueban que el Mesías reinará en el trono de David, que inspiró las escrituras identificadas como «el trono de Yahweh» y el «trono de Dios» (1 Crónicas 29:23; Hebreos 1: 8; Apocalipsis 22: 3; Isaías 9 : 7) . 

Jesús, como niño nacido e hijo dado, es la única imagen tangible del Dios invisible como la encarnación completa del único Dios verdadero. el Padre con nosotros como hombre.

“Y Yahvé será Rey sobre toda la tierra; en ese día habrá un Yahweh y su nombre será uno «. Zacarías 14: 9

Los eruditos bíblicos afirman por unanimidad que Zacarías 14: 9 se dirige al reino milenial del Mesías en el que toda la humanidad sabrá que solo hay un Yahweh y que Yahweh Dios tiene un solo nombre divino. 

Dado que Jesús reinará sobre toda la tierra como Rey de Reyes y Señor de Señor, solo habrá una imagen visible de Yahweh que veremos y solo un nombre sobre todos los nombres en la persona de Jesucristo. 

Aquí tenemos la evidencia para probar que solo hay un individuo llamado Yahweh y que Jesús (como hombre) obtuvo por herencia ese nombre como propio («Yahweh» – Heb. 1: 4; Filipenses 2: 9: Juan 17:11; Jeremías 23: 5-6) .

Zacarías 14: 5 identifica al Mesías como «Yahweh, mi Dios» que «vendrá, y todos los santos con Él«. Isaías 45-14-15 dice que los habitantes del reinado milenario se inclinarán ante Jesús como Dios y Rey sobre toda la tierra, diciendo: «Ciertamente Dios está en ti y no hay nadie más. No hay otro dios. En verdad eres un Dios que se encubre, oh Dios de Israel, el Salvador «.

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