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Estudios Bíblicos Pentecostales, Prédicas Cristianas Escritas, Sermones

LA VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO

Índice

JUAN EL BAUTISTA, LA VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO

Texto: Lucas 3:1-20, Voz que clama en el desierto 

Voz que clama en el desierto, texto a memorizar: «Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará» (Lucas 3:17)

Debemos reconocer que Juan el Bautista, con la predicación de la palabra, venía preparando el camino del Señor. También hay que valorar la actitud de Juan el Bautista al desafiar a la multitud llamándoles generación de víboras; además, debemos comprender que después de Juan el Bautista vendría uno más poderoso que él, refiriéndose al Señor Jesucristo. 

Voz que clama en el desierto para llamar a Israel 

Vamos a meditar en cómo Dios interviene, por medio de Juan el bautista para llamar a Israel y las naciones a una vida digna de su reino. 

La actividad pública de Juan se desarrolla en un tiempo en el cual Israel es oprimido y no tiene ninguna importancia. Al parecer el actuar de Juan, la voz que clama en el desierto, tampoco tiene mucho sentido, sin embargo tiene resonancia mundial. 

A través de la voz que clama en el desierto muchos se convirtieron

A través de la predicación de Juan el bautista muchos se convirtieron y conocieron a Jesús como hijo de Dios. Juan era un instrumento humilde en las manos de Dios; la proclamación en general era un medio humilde y sencillo; reconocemos que es la manera que Dios utilizó para intervenir en el mundo, quizás no en forma exagerada, pero sí eficaz. Juan el Bautista fue la voz que clama en el desierto.

Mediante el anuncio del evangelio muchas vidas son transformadas, muchos fueron y son traídos a la obediencia del Señor, conociendo así su gran amor y perdón hacia ellos.

Espero amados hermanos (as) que este tema, la voz que clama en el desierto, sea de gran bendición en su vida cristiana reconociendo que Jesucristo es el Señor.

LA VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO: LOS CAMINOS TORCIDOS SE ENDEREZARÁN

Juan el bautista para enderezar los caminos torcidos

Tiberio César comenzó a reinar después que su padrastro Augusto muriera en el año 14 d.C.. Judea era una provincia senatorial regida por un gobernador o procurador. Poncio Pilatos mantuvo este cargo y era responsable de administrar la región y de recolectar los impuestos para Roma. 

Herodes era Herodes Antipas que gobernó en Galilea y Perea desde el año 4 a.C. hasta el 39 d.C. Arquelao, el hermano de Herodes, tuvo el control de Judea de Samaria hasta el año 6 d.C. cuando fue desterrado el otro hermano de Herodes, Felipe gobernó en el área norte al este del río Jordán. 

El ministerio de Juan el bautista, la voz que clama en el desierto

El ministerio público de Juan (La voz que clama en el desierto) tuvo lugar en el año décimo quinto del imperio de Tiberios César, Juan el bautista actúa como profeta pero con la diferencia de los profetas del antiguo testamento. Esto se dirigían a los reyes de Israel, ahora la predicación del bautista es a un pueblo descarriado, bajo el dominio extranjero y con un sacerdocio descompuesto, alterado. 

El sumo sacerdocio normalmente desempeñado por una sola persona, ahora era ocupado por Anás (A quien los Judíos consideraban como el sumo sacerdote legal) y Caifás (Quien fue designado por los romanos como suplente de Anás y sumo sacerdote oficial). 

La predicación del bautistallega hasta el palacio del tetrarca Herodes. Lucas nos describe que comenzó proclamando las buenas nuevas en el desierto y después fue por toda la región contiguo al Jordán (La palabra «proclamar» nos hace ver que el trabajo de Juan era el de un embajador).

La voz que clama en el desierto para preparar el camino del Señor

El ministerio de Juan el bautista era anunciar el actuar del Rey mismo; Juan anuncia un bautismo basado en el arrepentimiento de los pecados. Todo el actuar de Juan está de acuerdo con la profecía de Isaías, su llamado a la conversión y al arrepentimiento se relaciona con las palabras «Voz que clama en el desiertopreparad el camino del Señor y enderezad sus sendas«. 

Cuando Juan el bautista predicaba y la gente se identificaba con su mensaje, eran bautizados como una señal externa de su arrepentimiento. Juan cumple la profecía de Isaías y señal que la venida de Jesús tiene importancia para todo el mundo. Juan el bautista es la voz que clama en el desierto profetizada por Isaías.

JUAN EL BAUTISTA LLAMANDO A LA MULTITUD «GENERACIÓN DE VÍBORAS» (V7-14)

Juan el Bautista, la voz que clama en el desierto, hace un llamado a Israel

Cuando las multitudes se reunieron para oír a Juan el Bautista, muchos fueron motivados por los movimientos externos del bautismo, pero sus actos no representaban verdaderamente un arrepentimiento de corazón. Estas personas, no les interesaba la clase de Rey o de reino que le proclamaba Juan. 

Esto significaba que el llamado al arrepentimiento era parte necesaria del evangelio, como preparación para recibir el perdón de los pecados. Tiene que ser genuino y no uno que solo quiere escapar del juicio sin humillarse delante del Señor.

Juan, la voz que clama en el desierto, hizo un llamado a dar frutos dignos de arrepentimiento

Se hace la comparación de la víbora que huye de un campo ardiendo pero sigue siendo «víbora», a las multitudes se les llama descendientes de víboras, por lo tanto, no pueden enorgullecerse de sus padres. Deben dar frutos que concuerden con el arrepentimiento, esto significa que es necesario ser nacido de nuevo para poder realizarlo.

La voz que clama en el desierto por arrepentimiento y conversión

La tarea de Juan es llamar al pueblo al arrepentimiento y a la conversión, no importa cuan duro parezca su anuncio, él proclama el evangelio, da la noticia que viene el juicio de Dios y que este es parte de las buenas nuevas, el objetivo principal es que el pueblo reconozca, se conviertan y estén preparados para recibir al mesías

Estimado, hoy en la actualidad es importante que usted y yo consideremos seriamente la forma en que estamos predicando el evangelio, hemos de comprender si realmente estamos siendo sinceros con la palabra del gran maestro Jesucristo, no acomodando el mensaje para que éste resulte lo menos fuerte posible, lo más agradable que se pueda. 

Debemos reconocer que el evangelio es un mensaje completo, a éste no se le puede añadir ni amputar, además contiene el amor de Dios por un mundo pecador, pero sin olvidar que derramará de su ira sobre aquellos que rehúsan arrepentirse y entregar su vida al señoría de Cristo. 

La voz que clama en el desierto confrontando al pueblo de Israel

Juan el Bautista, la voz que clama en el desierto, con su mensaje confrontó al pueblo de Israel en relación a sus pecados. Si Dios solamente le interesara tener «miembros» podía levantarlos aun de las piedras, pero él quiere gente arrepentida que lleve frutos de arrepentimiento, gente cambiada. 

Juan emplea lenguaje muy vivo, usa figura tras figura para enfatizar su mensaje, habla de víboras, árboles, hacha, la correa del calzado, aventador, era, quemar la paja, imágenes ilustrativas.

La multitud, republicanos y algunos soldados preguntan ¿Qué haremos? 

A la multitud le responde: «El que tiene dos túnicas, de al que no tiene y el que tiene que comer haga lo mismo» Esta enseñanza debe servirnos para comprender que los hijos de Dios debemos ser benévolos (Buenos).

Vinieron los publicanos: Se les exhorta que no exijan más de lo que está establecido. Esto era la tentación más grande para los publicanos. Aunque ellos mismos eran judíos, algunos de ellos se aprovechaban de sus hermanos judíos. Eran odiados no solamente porque recaudaban los impuestos romanos, sino que también muchos eran fraudulentos (Practicaban la extorsión observemos la actitud de Zaqueo)

Comparecen unos soldados: Algunos de estos soldados actuaban como policías para proteger a los publicanos, pero frecuentemente eran rudos y crueles. Juan el bautista, la voz que clama en el desierto, les dice no os hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis, siempre había peligro de que los publicanos y soldados abusaran de su autoridad para obtener una garantía personal.

PERO VIENE UNO MÁS PODEROSO QUE YO (V15-20)

El pueblo de Israel estaba a la expectativa de la venida del mesías.

 

El yugo de Roma era muy pesado y la corrupción de los fariseos, los escribas, saduceos, sacerdotes y herodianos producían en el pueblo un fuerte anhelo y deseo por la venida del mesías. Juan, la voz que clama en el desierto, llevaba una vida consagrada y predicaba un mensaje fuerte y exigente, por eso algunos creían que aunque no hacía milagros talvez él era el Cristo. 

En el versículo 16 Juan dijo: «Yo a la verdad os bautizo en agua» pero «viene» a cumplir el plan de Dios, observamos la profunda humildad, el renunciamiento absoluto de homenaje del pueblo y anuncia como salvador del mundo al Señor Jesucristo, y que «éste os bautizará con el Espíritu Santo«. Este era el mensaje de la voz que clama en el desierto en aquellos días.

Juan, esa voz que clama en el desierto, manifiesta que el «Aventador», del que viene después de él, «está en su mano«. El aventador era una pala de madera en forma de rastrillo utilizada para levantar el trigo hacia el viento, la paja se quema, lo que representa a los que sufren el juicio. El fuego que nunca se apaga indica la naturaleza total del juicio. 

La predicación de Juan el Bautista, la voz que clama en el desierto, llega a oídos de Herodes

Lucas (v18-20) relata que la predicación de Juan llega hasta los oídos de Herodes, el gobernador de Galilea y Perea, la zona a lo largo del río Jordán; sin embargo este rey no le agradaba el anuncio, porque Juan el Bautista le muestra su maldad de la relación ilícita que tenía con la mujer de su hermano Felipe, una unión prohibida por la ley de Dios (Levíticos 18,16:20-21), le muestra otras maldades, éste al rehusar convertirse a Dios, añadió otro pecado, encarcelar a Juan, imponiendo silencio a la voz profética que clamaba en el desierto.

LA VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO, CONCLUSIÓN

Juan el Bautista, la voz que clama en el desierto, consideraciones finales

En conclusión, la conversión debe ser genuina, provenir del nuevo nacimiento y hacerse visible en llevar fruto. El pueblo de Dios debe mostrar amor mutuo, la vida con Dios debe mostrarse en nuestras relaciones con los demás, la conversión verdadera es una carta abierta al mundo, es un cambio notable de nuestra conducta y palabras, es el Espíritu Santo el que debe gobernar nuestra vida. 

Hermanos (as) ser miembro de la iglesia no debe ser la base sobre la cual apoyamos nuestra seguridad des ser hijos de Dios, Juan el Bautista, la voz que clama en el desierto, hacía un llamado urgente al arrepentimiento como algo necesario para pertenecer al pueblo de Dios, muchos afirmaban ser parte del pueblo de Dios por el hecho de ser descendientes de Abraham. 

Esta misma actitud puede estar cimentada en algunos manifestando que son hijos de Dios, con el hecho de ir al templo a hacer algunas actividades. Todo ello puede ser importante, pero recuerde que si no hay arrepentimiento y conversión de nada sirve las otras cosas que hagamos. La voz que clama en el desierto proclamaba el arrepentimiento y venida del Señor, obedezcamos el llamado. Bendiciones.

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