EL DISCÍPULO AMADO

ÉL DISCÍPULO AMADO DE JESÚS

¿Cuál era el discípulo amado de Jesús? Texto de estudio: Juan 21:20-25

Texto clave:  «Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿Qué a ti? Sígueme tú» (Juan 21:22)

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El objetivo de este artículo es reflexionar sobre la misión del discípulo amado de nuestro Señor Jesucristo. Este era un discípulo muy especial para Jesús, el apóstol Juan, quien era el discípulo amado y miembro del círculo íntimo de Jesús. 

Juan, el discípulo amado, es considerado el menor de edad de todos los discípulos, pero también poseía un corazón apasionado por la causa de las buenas nuevas de salvación. Este discípulo amado fue apoyado por el apóstol Pedro; sin embargo, para cuando Juan termina de escribir el evangelio que lleva su nombre, Pedro ya había muerto en Roma cerca del año 64-65 d.C. por mano del emperador Nerón.

EL DISCÍPULO AMADO Y EL COMENTARIO INTRÉPIDO DE PEDRO A JESÚS

El apóstol Pedro fue un discípulo muy impulsivo e imprudente, casi siempre hablaba y después pensaba. Esta vez no fue la excepción, estaba viendo al discípulo amado y se le acerca a Jesús para comentar de este diciendo: «Señor, ¿Y qué de este? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿Qué a ti? sígueme tú» (Juan 21:22). 

Preguntémonos ¿Cuáles eran las intenciones del maestro al querer guardar a este discípulo amado de una forma especial para una misión, después de su ascensión a los cielos y muerte de todos los apóstoles? Jesús quería que este discípulo amado quedara hasta el final. 

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Pudiéramos suponer, por qué Dios escoge ministros tan jóvenes para el servicio de su obra, alguien puede llenar incluso a subestimarlo por ser joven, sin embargo, el caso de Juan, el discípulo amado,  estaba reservado para algo realmente trascendental en su ministerio. 

El comentario a Pedro en Juan 21:22 nos acerca a esta reflexión: El énfasis no descansa en la misteriosa referencia a la suerte del discípulo amado, sino en la individualización del llamamiento al discipulado y ministerio

Las vías señaladas varían de un individuo a otro, pero la demanda de obediencia es la misma para todos. Pedro, al igual que el discípulo amado, también gozaba de un llamamiento santo acompañado de una misión, que conllevaba un alto precio, pues, entregaría su propia vida por causa del Señor (Juan 21:18-19)

MISIÓN DEL DISCÍPULO AMADO

TODO MINISTERIO ES ACOMPAÑADO POR UNA MISIÓN (LA MISIÓN DEL DISCÍPULO AMADO)

El apóstol Juan, el discípulo amado, todavía vivía para el año 90 d.C. y las palabras de Jesús se cumplieron tal como lo dijo «Si quiero que él quede hasta que yo venga«. Efectivamente fue el último de los apóstoles testigo fiel de Cristo y algunos pensaban que no iba a morir hasta que volviera el Señor. 

Del legado escritural de Juan encontramos, lo siguiente:

Comienza a escribir el evangelio aproximadamente entre el año 70-90 d.C. cerca de Éfeso según algunas tradiciones antiguas. Recrea en el evangelio de forma singular los milagros de Jesús, sus mensajes, muerte y resurrección desde la perspectiva de Jesús en Dios (Juan 1:1).

Por tal razón fue y es considerado un evangelio teológico y la idea de que Juan, el discípulo amado, haya sido miembro de la familia de sacerdotes es poco probable según estudiosos. 

Escribe la epístola primera cerca del 95 d.C. e insta a los hermanos a andar en luz, a vivir como verdaderos hijos de Dios y que Dios es la fuente del amor. También escribe una segunda epístola en la que les dice a los creyentes, que permanecer celosamente fieles a la verdad es amar a Cristo

Y hay una tercera epístola escrita por Juan, el discípulo amado, donde vemos a este apóstol expresando su enojo por Diótrefes que perjudicaba la armonía del reino agrediendo y dividiendo. Esta vez Juan exhorta a la iglesia diciéndoles: Amado, no imites lo malo, sino lo bueno (3 Juan 11)

Finalmente, el discípulo amado, escribe el único libro profético del nuevo testamento, el Apocalipsis, libro controversial. Un emperador romano lo leyó y dijo: Qué es esta locura, lo arrojó por el hecho de no entender su contenido. 

Por esos momentos Juan es deportado por causa de su fe a la isla de Patmos y fue desde esa isla que nos llegó este impresionante libro tan singular y único. El libro de Apocalispsis encierra el contenido de cielos abiertos, ángeles y catástrofes, sangre de los mártires, los juicios de Dios a través de la historia, la gloria de Dios a nuestro lado, la ciudad celestial «la nueva Jerusalén», una nueva creación y un estado eternal para el pueblo de Dios. A través del Apocalipsis los cristianos fueron animados a dar valientemente su testimonio. 

También se considera que el último párrafo del evangelio de Juan fue añadido por la comunidad Juanina como conclusión, por los que lo rodeaban en el momento de su muerte. Aunque también se difundía entre los hermanos el rumor de que el anciano aun vivía. 

Lo anterior, es comprensible porque al igual que para los apóstoles les fue muy difícil aceptar que el maestro ya no estaría entre ellos, También para la comunidad cristiana fue muy duro pensar que el último que anduvo con Jesús, Juan el discípulo amado, ya no estaría entre ellos

(Ver también Escatología Bíblica)

Únicamente le queda seguir el legado de fe, por Juan el apóstol amado, que con cariño extendía sus manos diciéndoles «hijitos amaos los unos a los otros». Palabra que nos dicen mucho a nosotros hoy en día. Siempre es un buen momento para que hermanos que están disgustados el uno con el otro entren en un espacio de reflexión y se pidan perdón en el Señor y se de una reconciliación, somos hermanos. 

El discípulo amado, conclusión

Es muy evidente que el apóstol amado haya tomado de Jesús, el lado compasivo de su ministerio. La ternura y celo ferviente por la obra de Dios en Juan, produce en nosotros el desear líderes con esas cualidades. 

Necesitamos líderes que asuman el compromiso de la misión con valentía y eficacia. Este discípulo amado particularmente fue el único en ver ante sus ojos el sueño evangelístico soñado por los doce, pues, guio y apacentó a la grey de Dios en la postrimería del siglo primero y fue el último en morir. 

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