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PODER SOBRE LOS DEMONIOS

Índice

Por: Thomas W. Drost

AUTORIDAD SOBRE LOS DEMONIOS  

Estudio sobre los demonios, reflexión

¡No hay lugar a dudas que la Iglesia tiene el poder para echar fuera demonios! Lucas 10:17-20 «He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.» 

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Lo de echar fuera demonios es algo que no se ve en el Antiguo Testamento, sino que es propio y exclusivo del Nuevo Testamento. Incluso, es algo que se popularizó en el Ministerio del Señor Jesús. Inclusive, fue algo notorio por la gente de su día y estaban asombrados por lo que Jesús hacía: 

“Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?” Marcos 1:27. De 49 menciones de la palabra demonios en toda la Biblia, 36 aparecen en los Evangelios. 

Jesús no retuvo su uso exclusivo, sino que también le dio autoridad a la Iglesia para echar fuera demonios. Jesús primeramente les dio autoridad y poder sobre todos los demonios a los 12 apóstoles. En Lucas 9:1 dice: “habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos.” 

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Luego, le dio esa misma autoridad a los 70 discípulos que envió: «He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará» Lucas 10:17-20. Cuando se refiere a serpientes y escorpiones está refiriéndose directamente a los espíritus malignos, los demonios.

LA IGLESIA TIENE EL PODER, LA AUTORIDAD SOBRE LOS DEMONIOS

Jesús dio autoridad sobre los demonios

Por fin, Jesús les dio esa capacidad a todos los creyentes, cuando dijo: “Estas señales seguirán a los que creen, en mi nombre echarán fuera demonios” Marcos 16:17. Por lo tanto, la Iglesia tiene el poder, la autoridad sobre los demonios. 

Incluso, hay muchos casos en la Biblia, no solo de mención directa, sino de ejemplos donde alguien fue liberado de espíritus de demonios. Dios todavía lo sigue haciendo hoy y, le damos gracias a Dios, que ¡Hay poder en el Nombre del Señor Jesucristo! ¡No hay suficientes demonios en el infierno que puedan resistir el poder que hay en el Nombre de Jesús! 

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Estamos viviendo en tiempos en que se acrecienta la actividad demoníaca. La razón de esto, es por lo que dice Apocalipsis 12:12 “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.” 

El cristiano debe estar bien armado en ésta lucha contra las huestes de las tinieblas. Y, para esto: “Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” – 2 Corintios 10:4. 

Todo verdadero Hijo de Dios no tiene por qué temerle a los demonios. La Biblia dice: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo” – I Juan 4:4. Y, allí precisamente, estaba hablando de los demonios porque sigue diciendo: “probad los espíritus”. 

LOS DEMONIOS TIENEN LÍMITES IMPUESTOS POR DIOS 

Los demonios No pueden hacer lo que quieran

Los demonios no pueden hacer lo que se les antoja, ni pueden entrar a poseer el cuerpo de cualquiera en cualquier momento, sólo pueden entrar cuando esa persona ha creado las condiciones favorables para ello, y sobre todo, cuando se trata de posesión. 

Si los demonios en el endemoniado gadareno le tuvieron que pedir permiso a Jesús para entrar en unos cerdos, ¡Cuan difícil también es poder entrar en cuerpos humanos para poseer a alguien! Solamente puede entrar cuando las personas hacen cosas que les de el permiso o poder para entrar. 

Cabe señalar que la posesión demoníaca no es hereditaria, ni es como una enfermedad contagiosa que puede adquirirse por el contacto con un pariente o persona afectada. 

¿CUÁNDO UNA PERSONA PUEDE SER POSEÍDA POR UN DEMONIO?

La Biblia no nos dice directamente cómo es que una persona puede llegar a ser poseída por primera vez por un demonio, pero, la experiencia y también el testimonio de quienes han sido librados, señala lo siguiente: 

1) Vidas inmorales. Los que llevan vidas inmorales de pecado y viven en pecado voluntario y persistente. “El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios para deshacer las obras del diablo” – I Juan 3:8,9. 

2) Ocultismo. Los que se entregan a prácticas de ocultismo para recibir respuestas a ciertas interrogantes, o para resolver problemas. Esto es muy peligroso, aunque no siempre es posesión automáticamente. Incluso, aunque alguien le pida DIRECTAMENTE a las huestes infernales que lo posesionen, ¡No se logra así no más! Ni aún para ellos es tan fácil. 

3) Drogas. Los que usan drogas alucinógenas o se entregan mucho al alcohol. 

4) Hipnosis. Los que se dejan hipnotizar con el propósito de adivinación, de decir fortuna ó actos de levitación, etc. Aún hay quiénes se entregan a la hipnosis pensando que se pueden “curar” de ciertas afectaciones ó problemas mentales – eso es muy peligroso, no lo debes hacer, es abrirle una puerta al enemigo. 

5) Fenómenos Síquicos. Los que exponen sus mentes a fenómenos síquicos, o practican la meditación pasiva de las religiones orientales, la parapsicología o la meditación transcendental o de yoga, se exponen y se abren a la posibilidad de terminar con espíritus inmundos

6) Los que toman por voluntad propia la falsa representación de Dios, aunque sea algo que empieza en broma. 

7) Películas de terror ó películas pornográficas. Hay muchos testimonios de personas que señalan como punto de partida de muchos de sus problemas éstas dos fuentes. Obviamente, el enemigo está usando éste medio para causar mucho daño. 

Lo mejor es no ver estas cosas, no ser expuesto a ese peligro. La pornografía se ha convertido en una plaga hoy siendo tan fácil de acceder por el internet. ¡No participes de eso, porque te impulsa al mismo pecado! 

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8) Resentimientos. El que no perdona sino guarda rencores y resentimientos, eventualmente se llena de odio y, esto le abre la puerta al enemigo en su vida. Es más, uno de los engaños que acompañan esto es creer que está bien, que tiene derecho de guardar rencores porque cree poder justificar lo que otros han hecho en su contra. 

Incluso, algunos hasta terminan creyendo que Dios es injusto por pedirles que perdonen. Sin embargo, cuando uno perdona, el favor más grande se lo hace a sí mismo porque queda libre de ese azote. 

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9) Los inconversos. Todo el que no haya nacido del Espíritu Santo está sin protección. La Biblia dice: “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno” I Juan 5:19. Esto no quiere decir que medio mundo está endemoniado, pero sí están expuestos. 

SÍNTOMAS O SEÑALES QUE PODRÍAN INDICAR QUE ALGUIEN ESTÁ ENDEMONIADO

Ahora, los casos de posesión demoníaca completa no son tan comunes. Hay ciertos “síntomas, “o señales que, como regla general, se notan en los endemoniados. 

Síntomas de un endemoniado

a) Una voz anormal y una expresión facial distorsionada

b) Violencia – Esto, y la posesión demoníaca casi son inseparables. Por lo general, son muy agresivos. 

c) Autolesión. Es común el querer hacerse daño a sí mismos. A menudo esta auto-destrucción tomará la forma de incapacidad para ingerir alimentos, querer suicidarse, fumar con exceso, tomar con exceso, endrogarse, etc. También, se notará una tendencia suicida en la misma persona, amenazando con quitarse la vida. 

d) Una fuerza sobre-humana. He visto a personas débiles con gran fuerza, sobrehumana. Esto no quiere decir que, siempre se va a notar esa fuerza anormal porque, hay veces que, el enemigo, a propósito, debilita a la persona para que sienta que tiene que depender de esos demonios. 

e) Conocimiento anormal. A veces hay un conocimiento fuera de lo normal, aún, pudiendo hablar otros idiomas que, naturalmente no conocen; o tener conocimiento de cosas desconocidas para la persona. 

f) Religiosidad. A veces son muy religiosos. Los demonios intentan enmascarar su presencia de ésta forma. Lo hicieron con Jesús, al aparentar adorarlo en muchas ocasiones durante Su Ministerio público, y muchas veces Jesús los reprendía precisamente por eso y, no aceptó la adoración o veneración de ellos. 

También podemos mencionar el caso de la muchacha con espíritu de adivinación, que lo siguió a Pablo “por muchos días” diciendo que eran “siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación” (Hechos 16:16-18). 

Imagínese, la muchacha con espíritu de adivinación estaba diciendo la verdad, pero no necesitamos de la propaganda de espíritus inmundos en la proclamación del Evangelio. El apóstol Pablo no le echó fuera ese espíritu inmediatamente, sino que llegó el momento donde le “desagradó” a Pablo y entonces, lo echó fuera, ¡Pero, terminó en la cárcel! Se necesita el Don de Discernimiento de espíritus para estar seguros. 

Sin embargo, ningún “síntoma” ni combinación de “síntomas” pueden PROBAR que alguien está endemoniado. Nuestro guía final es el Espíritu Santo. Hay que tener cuidado de acusar de posesión demoníaca a quien no sea un endemoniado. Puede ser muy dañino y, a la vez, peligroso

La mejor protección contra la posesión demoníaca es haber cumplido con Hechos 2:38, y vivir una vida de sujeción y obediencia a Dios. Esto también nos da la autoridad sobre los demonios. 

No es necesario ser un Ministro del Evangelio para echar fuera demonios. Esa autoridad la tiene TODO CREYENTE – TODO EL QUE CREE – según Marcos 16:17. 

Sin embargo, eso no quiere decir que hay andar buscando endemoniados. Jesús nunca los buscó, sino que se los trajeron a él, o ellos mismos venían a Él: “Y cuando llegó la noche, le trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos” (Mateo 8:16). 

Pero, si tropiezas con un endemoniado, no tengas temor, Dios te ha dado el poder contra el diablo: el Nombre de Jesús y el poder del Espíritu Santo: “Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de amor, poder y de dominio propio” 2 Timoteo 1:7. 

No sólo podemos echar, u ordenar fuera a los demonios que están en las personas, sino que podemos arremeter contra los demonios “territoriales,” los espíritus malignos que tienen control sobre ciertas áreas. 

Podemos dirigirnos contra ellos como lo hizo Jesús cuando habló directamente diciendo: “Quítate de delante de mí, Satanás.” Podemos hablarles directamente y ordenarles que dejen de estorbar ó causa problemas en cierta situación. 

Es de notar que la idolatría y la hechicería entran en la lista de las obras de la carne: Gálatas 5:20. O sea que, Dios nos está diciendo que, hay veces cuando la práctica de éstas cosas son más el producto de la imaginación humana (la carne), que cualquier otra cosa – o sea, son el producto de la carne. A veces, sencillamente, son invenciones humanas. Para saber cuál es la diferencia necesitamos ser guiados por el Espíritu de Dios. 

Y acuérdese que, “… nada os dañará.” ¡No tenga temor del Enemigo! Por lo tanto, cuando alguien siente la presencia de espíritus inmundos, ó es acosado por ellos, invoque el Nombre del Señor Jesús CON AUTORIDAD, y tendrá una respuesta INMEDIATA. 

Un creyente bautizado en el Nombre de Jesús y que ha recibido el Espíritu Santo no tiene que estar pensando o andar temiendo a que los demonios se le van meter, tú mantente lleno del Espíritu de Dios y, al estar “lleno” nada más se puede meter – “… nada os dañará.” .

El Apóstol Pablo le dice a la Iglesia en Éfeso: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu” Efesio 5:18.