Jehová es mi luz y mi salvación, Salmo 27

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Significado de Jehová es mi luz y mi salvación, Salmo 27:1, estudio bíblico, devocional

Salmo 27:1, Jehová es mi luz y mi salvación, versículo completo:

“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿De quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿De quién he de atemorizarme?”, El Señor es mi luz y mi salvación.

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Explicación del Salmo 27:1: Jehová es mi luz y mi salvación, Jehová es la fortaleza de mi vida

Acorralado en un momento de angustia, David reafirma su fe en su Dios, fortaleciéndose con la fuerza de Dios. Habiendo confiado en el Señor, ha visto de primera mano en muchas ocasiones la fidelidad de Dios hacia aquellos cuyos corazones están totalmente entregados a él (2 Crónicas 16:9).

Dios lo ayudó a David a matar al león cuando sus ovejas estaban bajo amenaza (1 Samuel 17:37). Dios lo ayudó a matar al gigante que desafió a los ejércitos de Dios y a los filisteos, al rey que quería su cabeza y a toda otra oposición. La única amenaza verdadera para David era su propia debilidad. Cuando su corazón estaba firme, simplemente no había nada que temer.

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El cristiano tiene tal confianza

Jehová es mi luz y mi salvación, podemos confiar en Dios

El Señor es mi luz y mi salvación. El cristiano, tiene tal esperanza de que podemos confiar en Dios en cualquier circunstancia. Cuando los tiempos son buenos, podemos agradecer a Dios y confiar en él para que siempre nos provea y proteja, recordando que no tenemos nada que él no nos haya dado, incluso cuando lo que tenemos es por la gracia de Dios para bendecir el trabajo de nuestras propias manos.

Jehová es mi luz y mi salvación en tiempos difíciles

Jehová es mi luz y mi salvación en tiempos de crisis. Cuando los tiempos son difíciles, damos gracias a Dios y confiamos en él que es soberano y hace absolutamente todo por nuestro bien. Como mayordomos de lo que se nos da, buscamos usar lo que Dios ha provisto para vivir de acuerdo a su voluntad, y confiar en él por los resultados de una vida justa.

Jehová es la fortaleza de mi vida

Cuando estamos en necesidad, el Señor es nuestra salvación. Cuando estamos llenos de su abundante bendición, el Señor sigue siendo nuestra salvación. Dios ha prometido bendecirnos, solo tenemos que mirarlo con fe. Una cosa que no debemos hacer es temer, porque “Jehová es la fortaleza de mi vida…”

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Explicando Salmo 27:1

#1 Jehová es mi luz y mi salvación…

Nuestro Dios se hizo carne y se dio a conocer en Jesucristo, el cual es llamado el Hijo de Dios, quien es la luz del mundo (Juan 8:12). “El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz” (Mateo 4:16). Dios es la luz de nuestro camino, es la luz de la verdad, es la iluminación de nuestra salvación. Jehová es mi luz y mi salvación…

#2 Jehová es mi luz…y mi salvación…

No confiamos en el poder o la riqueza, o cualquier manifestación de nuestra propia fuerza para salvarnos. Nos rendimos a Dios y ponemos nuestra fe en nuestro Señor Jesucristo. Nuestra salvación final de nuestro pecado y de la ira de Dios por el pecado (Juan 3:36) se refleja en las innumerables formas en que Dios nos salva del daño todos los días…El Señor es mi luz y mi salvación.

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«El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él» (Juan 3:36)

# 3 ¿De quién temeré?…

Si el cristiano siente miedo, puede estar seguro de que su miedo no es de Dios y es innecesario. Dios es soberano. Nada puede suceder fuera de su voluntad y de su buen plan, y él vela por sus hijos (Sal 121: 5-8), sin adormecerse nunca (Sal 121, 4), razón por la cual podemos decir «El Señor es mi luz y mi salvación».

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Salmo 121:4-8: «He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel. Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre». No podemos temer, porque Jehová es nuestro guardador.

#4 Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿De quién he de atemorizarme?

Una fortaleza con altos muros se utilizaba para protección de los enemigos. Las fortalezas pueden romperse, pero si Dios quiere protegernos, nos protegerá: pues el Señor es mi luz y mi salvación. El hombre puede encargarse de construir una fortaleza y murallas, como lo hizo David, pero sabía que sin la protección de Dios, esas murallas caerían. Los que están en Cristo y viven de acuerdo con sus propósitos no deben temer a nada ni a nadie.

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