LA JUSTICIA DE DIOS

LO QUE ES LA JUSTICIA DE DIOS, LA CUAL ES PERFECTA, ROMANOS 1:17

La justicia de Dios se revela por fe y para fe

¿Qué es la justicia de Dios? La Biblia dice: «Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá» (Romanos 1:17)

(También te puede interesar: El justo florecerá como la palmera)

En esta ocasión vamos a reflexionar en el tema «la justicia de Dios», el cual es un tema clave en el pensamiento y los escritos del apóstol Pablo. Nos vamos a introducir en el concepto etimológico de justicia, tendremos un panorama sobre el concepto de justicia, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento.

La justicia de Dios es perfecta, pero ¿Qué es la justicia de Dios desde el punto de vista de Pablo?

También vamos a reflexionar en la justicia de Dios desde el punto de vista en el que la entendía Pablo; además vamos a caracterizar el judaísmo palestino de Pablo para entender el uso del concepto de la justicia de Dios.

Es bueno señalar que la epístola a los romanos incluye toda la predicación y la teología de Pablo bajo una solo tesis: «La justicia revelada por Dios…», por lo tanto, el problema central de la teología Paulina se concentra en este tema. A continuación establecemos algunos detalles importantes:

Tres detalles sobre lo que es la justicia de Dios, la cual es perfecta

1) El don de la justicia divina no nos lleva a la meta, sino que solo pone nuestros pies en el camino.

2) La justicia divina siempre está delante de nosotros y tiene que ser continuamente apropiada de nuevo. La justicia divina nos posee antes de que la agarremos y la retenemos solo y cuando nos mantenemos firmes

3) La dádiva, don o regalo en sí tiene el carácter del poder.

ASPECTOS CONCEPTUALES DE JUSTICIA PARA ENTENDER LO QUE ES LA JUSTICIA DE DIOS 

Entendiendo lo que es la justicia de Dios, la cual es perfecta

La palabra justicia proviene de varios vocablos del latín como son iure, iovis o iuramentum, vinculados todos con el nombre de Júpiter, dios máximo del panteón grecorromano. Es por ello que para los romanos la justicia y el derecho eran un regalo divino.

(También puedes leer: Muchas son las aflicciones del justo)

La justicia como valor, es el principio moral de cada individuo que decide vivir dando a cada quien lo que le corresponde o pertenece. La justicia es una virtud que todos los individuos deben poner en práctica de manera coherente y en busca, tanto del bien propio como de la sociedad. 

La justicia representa un conjunto de actitudes necesarias para que las relaciones en las personas, las instituciones y los grupos humanos, sean adecuadas y equilibradas. 

Por esta razón la justicia es considerada un valor en sí misma y con un objetivo a perseguir, aunque en el fondo sus límites sean determinados por factores históricos y culturales. La justicia ha sido un tema que ha ocupado un lugar relevante en la historia de la humanidad a lo largo de su desarrollo en la sociedad. 

La justicia de Dios es perfecta y tiene otra connotación por entrar en una dimensión teológica y bíblica

Sin embargo, cuando hablamos de lo que es la justicia de Dios ya pasa a tener otra connotación por entrar a la dimensión teológica y bíblica, y por ser aplicada en dos contextos diferentes, en la cultura hebrea y la cultura grecorromana. Por ello, tenemos que marcar algunas diferencias que a continuación analizamos.

ANTIGUO TESTAMENTO: LA JUSTICIA DE DIOS ES PERFECTA (TZEDAKAH)

Abordando el concepto de justicia de Dios en el Antiguo Testamento

Abordar el concepto de justicia en el Antiguo Testamento es una tarea rica y complicada. La Septuaginta usa muchas veces el término dikaiosune con significados variados y diversos. Traduce varios vocablos hebreos. Por lo general a tsedaqah y a tsédeq, pero también a otros más como hésed, mishpat, cf. Salmos 16:11;17:23. Abarca entonces, la justicia conmutativa y distributiva, pero también incluye, como en una paradoja, el juicio y la misericordia.

(Podría interesarte: La justificación por fe)

El sentido esencial de la justicia de Dios en el Antiguo Testamento era el cuido y protección de los más débiles

También se creía que la justicia de Dios en el Antiguo Testamento, y a partir de varios textos, era interpretada como una justicia nacionalista y étnica, es decir, en favor del pueblo de Israel. Según esta interpretación, el Dios Yahveh, trata con predilección a su pueblo y obra justicia por medio de sus actos salvíficos en favor. 

La justicia de Dios es perfecta: Actuar de modo justo era parte de la naturaleza de Dios

Los escritores del Antiguo Testamento afirman que Dios es quien ha otorgado el sentido de justicia al rey para que juzgue justamente. De hecho para ellos, actuar de modo justo era parte de la naturaleza de Dios y era estrictamente exigido por él, no solo a los reyes sino a cada uno de los miembros de una comunidad. 

El sentido esencial de la justicia en el Antiguo Testamento es el cuidado y protección de los más débiles de la sociedad. Por lo tanto, ningún factor de tipo jerárquico o condición social podría intervenir en el ideal de la justicia a las clases menos favorecidas. 

NUEVO TESTAMENTO: LA JUSTICIA DE DIOS ES PERFECTA (DIKAIOS)

La justicia de Dios, del grigo Dikaios

En los evangelios, fuera de Mateo, la noción de justicia tiene lugar solo en Lucas 1:75 y en Juan 16:8,10. Lucas quien había dicho que Elisabet y Zacarías eran «justos ante Dios» (cf. Lucas 1:6), en el sentido de que ellos llevaban una conducta irreprochable. En Lucas 1:75 habla de servir a Dios libres de temor, con santidad y justicia, lo que indica un estado de disposición ante el mismo Dios. 

En el Nuevo Testamento la justicia de Dios se reverla por fe

Sin embargo, fuera de los evangelios, uno encuentra en Pablo una respuesta, propiamente en Romanos 1:17 «La justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Más el justo por la fe vivirá». Es por fe y para fe.

Por lo tanto, el nuevo converso lo logra por fe y vive la nueva vida cristiana por fe. El significado de esto en términos concretos aparentemente es bastante claro. Por otro lado, el apóstol Pablo no conoce ningún don de Dios que no transmita tanto la obligación como la capacidad de servir, que son dimensiones obligadas al que hace justicia. Por consiguiente, es un regalo que, si no se autentica en la práctica y se transmite a otros, pierde su contenido específico. 

LA JUSTICIA DE DIOS SEGÚN EL CONCEPTO DEL APÓSTOL PABLO

La justicia de Dios según Pablo

Para ello queremos utilizar la tesis que nos plantea E. Kasemann en uno de sus ensayos exegéticos que nos parece pertinente. Principia diciendo lo siguiente:

«Comienzo mi propio intento de interpretar los hechos al declarar categóricamente que la expresión, kidaiosune teou no fue inventada por Pablo. Aparece independientemente en Mateo 6:33 y Santiago 1:20 y se remonta en el Antiguo Testamento a Deuteronomio 33:21»

(Quizás te interese leer: Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia)

Kasseman nos presenta dos citas que pueden servir para demostrar que persistió en el judaísmo tardío, y nos cita el Testamento de Dan 6:10 y la regla de Qumram 11:12

El término que utiliza Pablo sobre la justicia de Dios

Las implicaciones metodológicas de la adopción de Pablo es que la justicia de Dios, como él utiliza el término, no debe ser asumido bajo el concepto general dikaiosune, y por lo tanto, privado de su fuerza peculiar. 

Por supuesto, es extremadamente significativo que el apóstol describa la actividad salvadora de Dios como justicia, y debemos concluir investigando la historia que subyace a este hecho. Desde el principio se notará que en el campo del Antiguo Testamento y del judaísmo en general, la rectitud no el sentido de una cualidad personal, ética, sino de una relación…De tal manera que, para el apóstol, se es justo practicando la justicia, pero que en este caso la justicia no es un mérito, sino un don

Sin embargo, la formulación de la cual Pablo se ha apropiado habla principalmente de la actividad salvadora de Dios, que está presente en su don preciado sin estar completamente disuelto en él.

De tal manera que el poder de Dios se convierte en el regalo de Dios cuando toma posesión de nosotros y, entra en nosotros. Esto nos da una comprensión adecuada de la doble influencia de: El regalo que se le otorga nunca se puede separar en ningún momento de su dotante. Participa del carácter del poder, en la dirección personal, la obligación y el servicio están disolublemente ligados al regalo, de hecho, son sus dones los que son el medio por el cual nos subordina a su Señorío y nos hace seres responsables. 

(Puede que te interese: Justificación, regeneración, adopción y santificación)

Kasseman afirma que, la opinión generalizada de que la justicia de Dios es una propiedad de la naturaleza divina ahora puede rechazarse como engañosa… Dikaiosune theou, es para Pablo, como lo es para el Antiguo Testamento y el judaísmo en general, una actividad divina, y que no se trata del autosubsistente, sino del Dios que se revela a sí mismo.

La justicia de Dios permanece como una demostración de la fidelidad divina

Para Pablo, la justicia de Dios permanece como una demostración de la fidelidad divina a la comunidad santa, y que esto no se refiere solo a Israel, sino a toda la creación. Él está pensando aquí en la fidelidad con la cual el creador persiste en su obra de creación a pesar y más allá de la caída de sus criaturas y con la cual preserva su creación y le da un nuevo fundamento. 

Por lo tanto, dice Kasseman, que dikaiosune theou y pistis theou [La fidelidad de Dios] están asociados en Romanos 3:3-5, contienen la carga de esta fidelidad, y surge al mismo tiempo que la justicia de Dios es precisamente lo que, como el poder de la justificación de los impíos, debe ser: La victoria de Dios en medio de la oposición del mundo.

Por lo tanto, Kasseman concluye que la doctrina de Pablo en la dikaiosune theou, demuestra que:

1) El poder de Dios se extiende por el mundo, y la salvación del mundo radica en su recaptura por la soberanía de Dios.

2) Es el regalo de Dios (Don) y también la salvación del ser humano individual cuando nos volvemos obedientes a la justicia divina.

3) El énfasis más fuerte posible de que el sentido dominante de la justicia divina en Pablo es el de un regalo.

4) El concepto no «debe tener el mismo significado en todo el corpus Paulino» 

LA JUSTICIA DE DIOS EN EL JUDAÍSMO PALESTINO DE PABLO

La justicia de Dios para el judaísmo

En un trabajo de Sanders en 1977, titulado Pablo y el judaísmo Palestino, (Paul and Palestinian Judaism) argumenta que el «modelo» del judaísmo del segundo templo no era una religión predominante legalista basada en las buenas y malas obras, en lugar de ello, propone que el judaísmo palestino confiaba en que Dios había elegido a Israel y en la gracia para con su pueblo. 

Si bien en la obediencia a la Torá tenía su lugar, los judíos de ese período demostraron una actitud y una práctica religiosa que incorporó la compasión divina, así como la responsabilidad y la acción del hombre. 

Sanders lo denomina «nomismo de pacto»; la relación con Dios fundada en la gracia y en la misericordia divina («de pacto»), pero también motivada por la expectativa de la obediencia a la Torá («nomismo»). Él recalca que el sistema sacrificial suponía que el pueblo del pacto no cumpliría con las altas expectativas de la Torá; este, entonces, proveería los medios para la reparación y la expiación cuando sucedieran dichas transgresiones. 

El análisis e interpretación del versículo 17 en Romanos 1, es aún más importante ya que este versículo, no menos debatido que el tema en su conjunto, es la bifurcación en el camino para toda la exposición posterior. 

(Puedes también visitar la sección de Estudios Bíblicos)

El contexto en la historia de las religiones del teólogo paulino es provisto por el Antiguo Testamento y el judaísmo. En el uso bíblico la rectitud, que es esencialmente forense, denota una relación en la que el miembro que fue expulsado, se le restablece «reconocimiento» y se reconoce como inocente. En el apocalíptico judío, esta comprensión se aplica al veredicto de la justificación en el juicio final.

Anteriormente no estaba claro si la justicia de Dios es una cualidad divina o el regalo dado a la humanidad. Una historia completa de la interpretación de dikaiosune theou, en Pablo difícilmente se puede dar aquí ya que abarcaría muchos volúmenes. 

Se tiene que considerar que hay una comprensión más antigua y, como tal, superada, de la justicia de Dios como una cualidad divina que se apodera de la humanidad. Sometido a una aguda crítica fue una supuesta interpretación de la «reforma» que prestó atención solo al regalo que el creyente recibe. 

Otra posición argumentó que dikaiosune theou expresa una acción de Dios. La variación de la idea más antigua de la rectitud como cualidad divina, es la presuposición de que la construcción genitiva de Pablo denota un nomen actionis y designa la acción escatológica de la salvación, con ello se plantea que, el atributo de Dios es la actividad salvadora.

La característica Paulina de que la justicia otorgada a la fe es un don; con frecuencia pasa por alto el horizonte forense y apocalíptico de la expresión paulina; simplemente hace de la justicia una forma alternativa para la misericordia, la bondad y el amor de Dios. Las mismas líneas de batalla aun existen, fundamentalmente las mismas, aunque en forma moderna…

En la justicia del judaísmo Dios tiene un campo de acción, un lugar de la manifestación, que encaja bien con ciertos textos paulinos. Pablo mismo nos permite conciliar la contradicción aparente, de poder y de regalo no son verdaderos antítesis en los ojos…Pablo designa el evangelio que se revela y se da a los cristianos simultáneamente como el poder de Dios. 

Pablo identifica la justicia de Dios con la justicia de la fe

La cristología del apóstol nos trata más que a Cristo como en el sentido pleno del don de Dios para nosotros. Si esto es así, sin embargo, la interpretación de la frase «justicia de Dios» en Pablo ya no es un problema. Habla del Dios que devuelve al mundo caído a la esfera de su reclamo legítimo, ya sea en promesa o demanda, en nueva creación o perdón, o en hacer posible nuestro servicio.

La justicia de Dios y la justicia de la fe

Debido a su conexión y base cristológica, Pablo debe identificar la justicia de Dios con la justicia de la fe y dejar que la tensión recaiga sobre el regalo conferido de la salvación. Sin embargo, para permanecer en la salvación aquí y en todas partes es estar en obediencia, es decir, en la presencia y bajo el poder de Cristo. En este sentido, concluye Kasseman que la doctrina de la justificación de Pablo es simplemente una variación teológica precisa de la primitiva reclamación cristiana del reino de Dios como salvación escatológica. 

CONCLUSIÓN SOBRE LA JUSTICIA DE DIOS

Después de haber concluido el estudio sobre la justicia de Dios, hemos llegado a las siguientes conclusiones:

En primer lugar: Sobre el concepto etimológico de la justicia, tenemos que la palabra justicia proviene de varios vocablos del latín como son iure, iovis o iuramentum. Que la justicia como valor, es el principio moral de cada individuo que decide vivir dando a cada quien lo que le corresponde o pertenece. 

(Puede interesarte: Doctrina Pentecostal)

En el antiguo testamento la justicia de Dios se entendía como una justicia nacionalista y étnica

En segundo lugar: La justicia de Dios en el Antiguo Testamente se entendía como una justicia nacionalista y étnica, en favor del pueblo de Israel. Dios trata con predilección a su pueblo y obra justicia por medio de sus actos de salvación. 

Dios es quien otorga el sentido de justicia al rey para que juzgue justamente. Para ellos, actuar de modo justo era parte de la naturaleza de Dios y era estrictamente exigido por él, no solo a los reyes sino a cada uno de los miembros de una comunidad. 

En el Nuevo Testamento Pablo dice que la justicia de Dios se revela por fe y para fe

En el Nuevo Testamento, el referente que tenemos es Pablo y propiamente en el capítulo 1 verso 17 de Romanos, donde dice: «La justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Más el justo por la fe vivirá». Por lo tanto, el nuevo converso lo logra por fe y vive la nueva vida cristiana por fe. Por ello es, un regalo que si no se autentica en la práctica y se transmite a otros, pierde su contenido específico. 

Pablo ve la justicia de Dios como una actividad salvadora

En tercer lugar: La justicia de Dios como la entendía el apóstol Pablo desde el judaísmo palestino, está en una sola tesis: «La justicia revelada por Dios…» El apóstol ve a la justicia de Dios como una actividad salvadora de Dios mismo. La ve como una demostración de la fidelidad divina a la comunidad santa. 

Que la justicia de Dios es el regalo de Dios (Don) y también la salvación del ser humano individual cuando nos volvemos obedientes a la justicia divina.

Deja un comentario

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en Aceptar, aceptas el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.   
Privacidad