LO QUE SIEMBRAS COSECHAS

¿Cuál es el significado de «lo que siembras cosechas» según la Biblia?

Lo que siembras cosechas en la Biblia, significado bíblico

Lo que siembras cosechas es una frase muy conocida en el cristianismo. Descubre los versículos de la Biblia y el significado del origen de esta frase. (También te puede interesar: Deléitate en Jehová)

Muchos piensan que cuando se convierten en un seguidor de Cristo todo será perfecto y color de rosa; sin embargo, debido a nuestras acciones pasadas podemos enfrentar algunas consecuencias importantes. Desafortunadamente cosechamos lo que sembramos. 

Dios te ama profundamente pero debido a tus decisiones negativas, tienes consecuencias, pues lo que siembras cosechas; pero Dios estará contigo en todo momento. A veces solo sembramos mala hierba con nuestras elecciones; sin embargo, es momento de desarraigarla y sembrar la semilla de la obediencia en Cristo Jesús.

Pero ¿Cuál es el significado de lo que siembras cosechas?

¿Qué más podemos decir de la frase lo que siembras cosechas?

Entonces, ¿Qué significa la frase? Cosechar es “recoger una cosecha” y sembrar, “plantar semillas”. En todas las Escrituras, sembrar se utiliza como metáfora de las acciones de uno y cosechar los resultados de dichas acciones.

(Podría interesarte: Gedeón y los 300)

Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará

El significado bíblico de esta frase proviene de un pasaje de Gálatas: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna” (Gálatas 6:7-8). Las instrucciones de Pablo son sembrar para agradar al Espíritu Santo en lugar de nuestra carne o lo que sugiere la vida mundana.

(Podría interesarte: Devocionales Cristianos)

Contexto de Gálatas 6:7

Pablo escribió a los gálatas cuando enfrentaban división entre ellos. Varios creyentes judíos querían que los cristianos realizaran prácticas judías como la circuncisión. En estas circunstancias, Pablo exhorta a los gálatas a cuidarse unos a otros y llevar las cargas unos de otros. Cuando llevamos las cargas unos a otros se cumple la ley de Cristo (Gálatas 6:2)

Ya no tenemos que vivir según el Antiguo Pacto y las leyes y prácticas establecidas en la Torá.

Lo importante es el fruto que sembramos, porque lo que siembras cosechas. Si nos involucramos en actos de la carne, no importa cuán vibrante sea nuestra piedad, no sembraremos frutos santos. Las acciones hablan mucho más que las palabras. Elegimos si sembramos en la carne o sembramos en el Espíritu. No importa si estamos circuncidados o no, o cualesquiera distinciones que encontremos que haga la iglesia hoy. Lo que importa es nuestro fruto.

(También puedes leer: Escapa por tu vida)

¿Qué dice la Biblia acerca de lo que siembras cosechas?

Versículos que nos enseñan que lo que siembras cosechas

La Biblia a menudo tiene una tendencia a utilizar imágenes de plantación y agricultura, porque mucha gente en tiempos bíblicos se dedicaba a trabajos agrícolas o pastorales. Exploremos algunos versículos que hablan de que lo que siembras cosechas o de cosechar y sembrar.

(Puede que te interese: Predicas Cristianas Escritas)

2 Corintios 9:6: «Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará«.

Muchas veces hemos escuchado dar según el deseo de nuestro corazón, y esto esta bien; sin embargo, si sembramos generosamente también segaremos generosamente, porque lo que siembras cosechas.

Proverbios 22:8: «El que sembrare iniquidad, iniquidad segará, y la vara de su insolencia se quebrará».

Sembrar y cosechar no sólo tienen connotaciones buenas. Podemos cosechar y sembrar cosas malas también.A menudo, cuando sembramos discordia e injusticia, vemos que éstas regresan a nosotros. La venganza es del Señor y nada de lo que hagamos se le puede ocultar.

(Podría interesarte: Lo que nos enseña la oración del padre nuestro)

Lucas 6:38: «Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir«.

¿Has oído alguna vez el término «medida por medida»? Proviene de este versículo. Dios quiere que tengamos corazones generosos. Pero si damos cosas malas a la gente, cosecharemos las consecuencias. La siembra tiene connotaciones buenas y malas. Jesús maldice la higuera pero sabemos que el fruto del Espíritu es bendito. Pablo incluso enumera el fruto del Espíritu un capítulo antes del pasaje de cosechar lo que siembras.

¿Realmente lo que siembras cosechas?

Cosechar y sembrar, conclusión

Lo que siembras cosechas tiene que ver esencialmente con bendiciones y consecuencias. Sembrar con acciones como conducir en estado de ebriedad resulta en una consecuencia. Tener relaciones sexuales fuera del matrimonio resulta en un corazón roto, un espíritu quebrantado, enfermedades de transmisión sexual o un embarazo no planificado.

(Te puede interesar: Reflexiones Cristianas)

Sembrar en la Palabra de Dios resulta en elegir obedecer y crea límites seguros. Elegir esperar hasta el matrimonio para tener relaciones sexuales crea una intimidad incomparable con su cónyuge. Estudiar para el examen da como resultado una calificación aprobatoria.

Si bien suena como la frase “Lo que sucede, regresa”, no es karma. Los orígenes del karma se encuentran en las tradiciones budista e hindú. Se cree que la suma de las acciones de una persona, en esta vida, decide el destino de su futuro. Éste no es el concepto de sembrar y cosechar, esto no es lo que significa que lo que siembras cosechas.

Como nueva persona en Cristo, sembrar significa vivir la vida según la Palabra de Dios y hacer las cosas que Él nos pide a cada uno de nosotros. En esencia, es plantar las semillas de un jardín espiritualmente fructífero con sobreabundancia del amor y la fuerza de Cristo para hacerlo. 

(También puedes leer: La fe viene por el oír)

Juan 4:34 nos recuerda que hay gozo al hacer lo que Dios nos ha llamado a hacer y que el gozo no depende de la cosecha que viene con nuestros esfuerzos fructíferos. De hecho, Salmo 126:5 nos recuerda: “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán” (Salmo 126:5). Dios puede incluso traer gozo a partir de acontecimientos espantosos e incluso trágicos.

Dios también puede producir alegría con nuestras decisiones negativas. La ley de Dios de sembrar y cosechar incluye misericordia y gracia incomparables.

(Podría interesarte: Los 9 dones del Espíritu Santo)

El corazón del Evangelio es poder cosechar lo que Jesús sembró por nosotros en su misericordia en la cruz. Gracias a Dios el principio de la gracia es más grande que la ley de cosechar y sembrar. Debemos recordar sembrar el fruto del Espíritu y no el fruto de la carne. Porque lo que elegimos sembrar terminará siendo lo que vamos a segar, porque lo que siembras cosechas.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en Aceptar, aceptas el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.   
Privacidad