LAS CARGAS DE LA VIDA

LAS CARGAS DE LA VIDA, GÁLATAS 6:1-5

¿Qué hacemos, como cristianos, con las cargas de la vida?, Salmo 55:22

Algo se activa en nuestras mentes cuando escuchamos la palabra carga. Nuestra memoria nos trae del pasado a un tiempo de silencioso estrés que alguna vez soportamos o la presente agonía de un corazón cargado.

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Sin acepción de personas, la vida invoca sobre nosotros al parecer montañas insuperables de pruebas y presión. Nosotros no controlamos el vivir o el llegar a ser tan hábiles en la vida como para que podamos escapar. Las manos fornidas de cargas quebrantan nuestros corazones y nuestras mentes hasta parecer no tener escape. Ya que esto es algo muy común en la vida, ¿Qué podemos hacer? No tenemos alas para volar, como David deseaba tener para poder volar (Salmo 55:6).

La oscuridad de la noche no puede escondernos de las cargas de la vida que nos persiguen (Job 3:1-10). Aun así Dios tiene una fórmula prediseñada, preescrita que ha sido probada por el tiempo para sobrellevar las cargas de la vida. Aplicar sus principios hace las cargas de la vida manejables a través de él.

Tres declaraciones directas son dadas en la Biblia que a la vista parecen contradictorias. En este artículo se presenta cada una de ellas, en el contexto, con la finalidad de ayudarnos a aprender qué hacer con las cargas de la vida. 

SOBRELLEVAR LOS UNOS LAS CARGAS DE LOS OTROS

Sobrellevar los unos las cargas de los demás 

En el escenario de Gálatas 5:1-2, tenemos a un hombre espiritual restaurando a uno que ha sido sorprendido en una falta. Conectado a esta circunstancia se nos manda sobrellevar los unos las cargas de los otros; mantengamos este mandamiento en el contexto mientras estudiamos sobre las cargas de la vida. 

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Carga, usado en este contexto, viene de la palabra griega Baros que significa peso, carga, abundancia, algo que hace una demanda en nuestra reserva material y espiritual.

El énfasis es hecho por Pablo a los ministros y a los santos para venir al rescate de un hermano o hermana cristiana quien ha sido abrumado por la carga de una falla espiritual. Muchos tipos y clases de cargas hacen que los hijos de Dios sean derribados, débiles, tibios e infieles. Al observar o discernir tales condiciones, tenemos que sentir dicha carga y ayudarle a soportarla. Tan rápidamente como la corriente de sangre se apresura con sus poderosos anticuerpos para ayudarnos en el tiempo de un accidente o una infección, así la iglesia debe ayudar a uno bajo el ataque del enemigo. 

Necesitamos un fuerte sistema de apoyo del uno al otro. Admítelo, tú no puedes manejar todo solo. La vida va a pasarte una carga en algún punto en la vida que si tú tienes que soportarla solo, te podría aplastar. 

Nuestra supervivencia espiritual es absolutamente dependiente en nuestro apoyo a los que están cargados mediante las oraciones, ánimo, empatía y compasión. En la iglesia debe haber fuertes lazos familiares, compañerismo, hermandad, amistad y un sentimiento de que somos guardianes de nuestro hermano. ¿Vamos a permitir que un espíritu y una actitud independiente, machista y auto sustentador nos prive de la necesidad y el esencial compañerismo y apoyo?

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Ocasionalmente tú necesitarás ayuda, pero también tendrás el arraigado recurso para ayudar a otros. ¿Harás bien a otros cuando tengas en tus manos el poder para hacerlo? (Proverbios 3:27). Meroz fue maldecido por Dios porque sus moradores no vinieron a ayudar a sus hermanos (Jueces 5:23)

Versículos sobre llevar las cargas de los otros

Las siguientes escrituras son algunas de muchas que señalan nuestra responsabilidad personal del uno con el otro. Acepta el reto de cumplirlas en tu vida así como también las estudias.

1) Los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles (Romanos 15:1)

2) Debemos soportar al débil (1 Tesalonicenses 5:14)

3) Las iniquidades de David fueron una carga pesada para él (Salmo 38:4)

4) Debemos llorar con los que lloran (Romanos 12:15)

5) Estudiar la mala actitud del hermano mayor hacia su hermano menor que había fallado (Lucas 15:11-32)

6) Cuando el hombre cayere no quedará postrado (Salmo 37:23-28)

7) Jesús oró por Pedro cuando Satanás pidió a Pedro para zarandearlo como a un grano de trigo (Lucas 22:31-32)

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Cuando soportamos las cargas los unos de los otros estamos cumpliendo uno de los más grandes principios de la Escritura conocido como 

La ley de Cristo 

Estudia el contenido de este principio y deja que sea la fuerza de la dirección de tu vida como lo fue en la vida de Cristo. 

1) Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros (Isaías 53:6)

2) Él mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias (Mateo 8:17)

3) Él busca la oveja perdida cuando se extravía (Lucas 15:4-7)

4) Como el samaritano hizo con el hombre que fue robado y dejado en el camino, Él viene donde nosotros estamos (Lucas 10:33-37)

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En la expiación tenemos un tipo de Cristo no solamente como el sacrificio expiatorio, sino también como la señal de sobrellevar nuestros pecados y cargas (Levíticos 16:1-28). ¡Qué hermoso ejemplo a seguir para nosotros llevando las cargas los unos de los otros!

CADA PERSONA DEBE LLEVAR SU PROPIA CARGA

Dos versículos después de la declaración de llevar los unos las cargas de los otros, Pablo parece revertir su posición informándonos que tenemos que soportar nuestras propias cargas (Gálatas 6:3-5). Esta no es una posición contradictoria sino más bien otro tipo de carga tratada por el apóstol. 

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Carga, usada en este contexto, viene de la palabra griega phortion que significa algo cargado como una tarea o servicio.

Pablo nos informa que debemos probar nuestra propia obra (Gálatas 6:4), por lo tanto, deja en nosotros la responsabilidad y la obligación de llevar nuestra parte en la carga del reino de Dios. Ciertas tareas y cargas deben ser sobrellevadas por cada uno de nosotros. Nadie más tiene que cargar nuestra parte de la carga en la iglesia local. 

Los cristianos deben aceptar la realidad de que Dios requiere algo de ellos y esto no puede delegarse a nadie más si tenemos que probar nuestras propias obras y llevar nuestras propias cargas

Versículos que se relacionan con llevar cada uno su propia carga

La responsabilidad individual es vívidamente ilustrada en las siguientes Escrituras: 

1) Debemos llevar el yugo de Cristo sobre nosotros (Mateo 11:28-30)

2) Debemos presentar nuestro cuerpo como un sacrificio vivo (Romanos 12:1-2)

3) Tres requerimientos son demandados de nosotros si queremos ser sus discípulos (Lucas 9:23)

a) Tenemos que negarnos a nosotros mismos

b) Tenemos que tomar nuestra cruz diariamente

c) Tenemos que seguir a Cristo

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4) Tenemos la responsabilidad de usar los talentos que Dios nos dio (Mateo 25:14-30)

5) En la obra del tabernáculo, los levitas tenían ciertas cargas y servicios que ellos tenían que rendir a Dios y al hombre (Números 4:15-49)

Nadie puede ir a la iglesia en tu lugar; tampoco  puede alguien llenar tu lugar en oración, ayuno, finanzas, trabajo en el altar y evangelismo personal. Cada iglesia necesita muchas clases y tipos de trabajadores ¿Por qué no hacer disponibles tus servicios a tu iglesia local?

Existe una gran necesidad de conserjes, alguien que corte el césped, que recorte los arbustos, limpie el bautisterio, cuide los bebés en la guardería, enseñe en la escuela dominical, limpie las ventanas, cocine, limpie el estacionamiento, cambie los bombillos eléctricos, cante en el coro, haga trabajos de plomería, electricidad y carpintería, trabaje en el equipo de sonido, visite los enfermos y los ancianos, haga trabajos de mecanografía, ujier, toque en la orquesta, entre otros. Es interminable la lista de trabajadores que se necesitan en la obra de Dios.

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Tú nunca serás feliz si no estás involucrado. Claro que estas son cargas; así es como la Biblia las llama, pero ¿Quieres navegar en la vida con el dinero, trabajo y obras de alguien más? En lo profundo no quieres. Algo en cada uno de nosotros anhela hacer nuestra parte y llevar nuestra propia carga. Yo te reto a involucrarte, a poner tu mano en el arado y nunca mirar hacia atrás y hacer todo lo que te venga a la mano para hacer.

ECHE SU CARGA EN EL SEÑOR

Obviamente los dos tipos de carga que hemos estudiado previamente no pueden echarse en el Señor. Aquí vamos a tratar un tipo de carga completamente diferente en la Escritura (Salmo 55:4-8,22)

Carga, usada en este contexto, viene de la palabra hebrea yehab que significa dada por providencia y atribuida a nosotros como nuestro destino o carga.

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Las cargas de las que habló David son aquellas sobre las cuales no tenemos absoluto control. Frecuentemente estas nunca son comprendidas por el que las soporta y pueden ser de una naturaleza espiritual o física. Estas son humanamente imposibles de soportar, pero de la misma manera no pueden evitarse o escaparse de ellas. Como los gemelos siameses adheridos, estas no pueden ser removidas de nuestras vidas. 

Las cargas de esta naturaleza pueden hacerte infeliz, atormentado y amargado si no eres cuidadoso. Para evitar eso, estas cargas deben ser echadas en el Señor. En esta categoría de cargas están las enfermedades, padecimientos, muerte de seres queridos, tragedia, pérdida de extremidades, oído o vista, desastre financiero, pérdida de casas, niños rebeldes, niño retardado o enfermizo, persecución, incapacidad por accidentes, entre otras cosas. Interminablemente la lista podría continuar enumerando los tributos de las cargas de la vida que se imponen sobre nosotros. 

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Rehúse permitir la amargura, el cuestionar, enojo y dolor. Debes dominar tu espíritu si te encuentras en esta situación. En estos tiempos el consejo del apóstol Pedro es «echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros (1 Pedro 7:7)

Cuando echamos toda nuestra ansiedad y cargas sobre el Señor, Él nos sustenta (Salmo 55:22)

SUSTENTAR

Sustentar, de acuerdo con el diccionario Webster, significa guardar en existencia, mantener, continuar, seguir suplicando con necesidades, cargar el peso de la carga de; fortalecer el espíritu, confortar y animar. 

Hay dos maneras en las cuales Dios puede sustentarnos. Sea sumiso a cualquiera que Él elija. 

1) Remueve la carga

Dios puede y frecuentemente usa este método de sustentarnos; por mucha ventaja es el más fácil para nosotros cuando Él lo escoge.

a) La copa pasa de nosotros

b) Somos sanados de enfermedades o dolencias

c) Nuestro perseguidor es quitado de nuestro camino como lo fue Herodes

d) Jesús resucitó a Lázaro de la muerte, aliviando así el pesar de la familia. 

e) Dios sanó a Job, le dio una familia y restauró su riqueza.

Si Dios no ve conveniente remover o quitar la causa de la carga cuando nosotros la echamos sobre él, él usará una segunda avenida para sustentarnos.

2) Nos ayuda a soportar nuestra carga

Aunque esto sea difícil para nosotros, frecuentemente no es la voluntad de Dios o no está en su plan quitar de nosotros la carga que estamos llevando. Las promesas inagotables de Dios permanecen iguales aun en estos tiempos, Él nos sustentará.

a) Dios preservó la iglesia del Nuevo Testamento en la persecución

b) La copa no fue removida de Jesús, pero un ángel lo fortaleció

c) El aguijón de Pablo no fue quitado, pero Dios le dio gracia

d) Durante la tentación Dios prepara un medio de escape para que nosotros podamos soportar. 

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Nunca dude o cuestione los métodos sustentadores de Dios, sus promesas son sí y amén y Él permanece fiel. David señaló siete responsabilidades personales del cristiano en tales situaciones (Salmo 37:1-37)

1) Debemos confiar en Jehová y hacer el bien (Versículo 3)

2) Debemos deleitarnos en Jehová (Versículo 4)

3) Debemos encomendar nuestro camino al Señor (Versículo 5)

4) Debemos descansar en Jehová (Versículo 7) 

5) Debemos dejar la ira y desechar el enojo (Versículo 8) 

6) Debemos esperar en el Señor (Versículo 34)

7) Debemos de considerar al íntegro y mirar al justo (Versículo 37) 

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Ahora nosotros sabemos lo que Dios quiere que nosotros hagamos con las cargas de la vida. La letra de una canción del pasado es aplicable a esta lección y debería ser cantada por cada cristiano en el momento de confrontar las cargas de la vida. 

Déjalas allí,

Déjalas allí, 

Lleva tus cargas al Señor y déjalas allí,

Si tu confías y nunca dudas, 

Él seguramente te librará,

Lleva tus cargas al Señor y déjalas allí.

Jesucristo te bendiga.

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