Es necesario que con diligencia atendamos, Hebreos 2:1

Hebreos 2:1-4, explicación, es necesario que con diligencia atendamos

Hebreos 2:1, versículo, explicación

«Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos»

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La epístola a los Hebreos exalta a Cristo a su lugar justo de Dios manifestado en carne. En los dos primeros capítulos de Hebreos, Cristo y los ángeles son los asuntos primarios. En contexto, el libro suena una advertencia a los cristianos hebreos, así como a toda la cristiandad, concerniente a las cosas que han oído. 

Los creyentes hebreos en el primer siglo creían fuertemente en los ángeles debido a la actividad angelical en el Antiguo Testamento. El propio Pablo se convenció de la existencia y ministerio de ángeles, desde que ellos habían jugado un papel vital en su vida desde su conversión. Sin embargo, fue importante para los creyentes entender la superioridad de Cristo sobre los ángeles, ambos en su naturaleza y su deidad. 

Aparentemente algunos creyentes hebreos tenían un concepto erróneo con respecto a Cristo. Por consiguiente, el libro de Hebreos establece la preeminencia de Cristo, mientras da el reconocimiento apropiado al mismo tiempo al pasado, presente y el trabajo futuro de los ángeles. 

La advertencia de Hebreos 2:1, es necesario que con diligencia atendamos

Insertado en este discurso está la advertencia contenida en nuestro texto para esta lección. Esta advertencia permanece relevante a todos los creyentes de cada generación para que ellos no se descuiden, así permitiendo que las verdades de la vida se escapen de ellos. 

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Hebreos 2 apela a nosotros basándose en «tan grande salvación», refiriéndose a su origen como a su creador. Descuidar esta salvación, que involucra permitir que las verdades enseñadas se vayan de nosotros, nos pondrá en una posición ineludible. Dar propia y necesaria atención a las verdades de la salvación son esenciales si nosotros queremos escapar a la condenación eterna.

Hebreos 2:1-4 y el origen de esta gran salvación

Es necesario que con más diligencia atendamos, porque ¿Cómo escaparemos si descuidamos una salvación tan grande?, Hebreos 2:3

El texto parte el origen de esta gran salvación junto con el método de Dios para su preservación y propagación. Refuerza nuestra necesidad de poner atención a él contrastando a su autor (Cristo) y su ministerio con el de los ángeles. 

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1) Palabra hablada por los ángeles, Hebreos 2:2

Indudablemente esta frase se refiere al ministerio de los ángeles durante los tiempos del Antiguo Testamente, específicamente durante la ley. La ley fue ordenada por los ángeles (Gálatas 3:19) o dada por la disposición de ángeles a Moisés (Hechos 7:38,53). 

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Cuando Dios enviaba a un ángel con su palabra o en una misión, cada transgresión y desobediencia recibía su retribución (Hebreos 2:2). Dios con frecuencia usó a los ángeles como sus mensajeros para anunciar las bendiciones así como el juicio; sus palabras siempre se cumplían (Génesis 19:1-26; Jueces 13:2-25).

2) Palabra hablada por el Señor 

Dios ha hablado a los humanos de muchas maneras en el pasado, pero en estos últimos días Él ha hablado por su hijo (Hebreos 1:1-3). Jesucristo es Dios manifestado en carne (1 de Timoteo 3:16), la imagen  expresa de la persona de Dios ( Hebreos 1:3) y la palabra que se hizo carne Juan 1:1-14). Él es superior a los ángeles. Él es superior, si lo que los ángeles hablaban fue firme, ¿Cuánto más nosotros debemos con diligencia atender a lo que Cristo habló?.

La salvación del pecado en el Nuevo Testamento no es una filosofía de personas modernas o un producto de historia; se empezó por Jesucristo. Fue el Señor el que enseñó que el nacer de nuevo era una necesidad (Juan 3:1-8). 

Jesucristo enseñó el bautismo en agua y bautismo del Espíritu mientras estuvo en la tierra (Mateo 28:19-20; Juan 14:26; 15:26; 16:7; Hechos 1:1-8). Él le dio los mandamientos a sus apóstoles para ser llevados a cabo después de su ascensión (Hechos 1:1-3; Lucas 24:46-49; Mateo 28:19-20). Después de su ascensión Él envió al consolador o el Espíritu Santo, así como Él lo había prometido (Hechos 2:1-4, 38; 10:44-48).

Descuidar esta salvación y las enseñanzas de Cristo nos pondrá en una posición ineludible. Nosotros nunca debemos permitir que esta doctrina salvadora se vaya de nuestra vida y nuestra iglesia.

3) Palabras habladas por los apóstoles

Las verdades de la salvación primero enseñadas por Cristo fueron confirmadas, enseñadas, establecidas y aseguradas por aquellos que lo oyeron. Dios dio testimonio de esta confirmación y continuación del mensaje de salvación con señales, maravillas, milagros y dones del Espíritu Santo

Pedro quien tenía las llaves del reino de los cielos las usó en Hechos 2. Su fórmula bautismal en Hechos 2:38 no contradice a Cristo en Mateo 28:19; es un cumplimiento y explicación de la fórmula bautismal de Cristo. 

Los escritores del Nuevo Testamento han conservado con precisión la enseñanza de Cristo, así confirmando el mensaje de la salvación empezado por el Señor. Pablo que lo recibió por revelación, escribió y propagó las verdades idénticas (Gálatas 1:6-12).

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Aunque viciosamente atacado, sobre todo durante las edades oscuras, la palabra de Dios ha sido preservada y ha pasado a nosotros. Descuidar esta salvación o permitirla simplemente escaparse de nosotros tiene consecuencias eternas, por lo tanto, es necesario que con diligencia atendamos las cosas que hemos oído.

Las cosas que hemos oído, aquello que nos han enseñado, Hebreos 2:1

Es necesario que con diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, Hebreos 2:1

No habiendo tenido el privilegio de sentarse a los pies de Jesús o sus apóstoles no nos niega en cualquier manera nuestra responsabilidad a la verdad. Aunque somos de muchos siglos después de la fecha de su origen, esta gran salvación y cómo obtenerla ha sido conservada para nosotros. 

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Cuando la Biblia se refiere a «las cosas que hemos oído» (Hebreos 2:1), no implica que teníamos que oírlas de Cristo, un ángel o los apóstoles para prestar atención a ellas. Si tenemos la verdad como está escrita en las escrituras, debemos ser responsables de tenerla en estima, guardándola para que no la permitamos irse de nosotros. 

Es necesario que con MÁS diligencia ATENDAMOS, no sea que nos DESLICEMOS, Hebreos 2:1, explicación

Para aclarar nuestro texto de advertencia a nosotros y, como es una obligación de los creyentes, definamos las palabas importantes en nuestro texto. 

1) Más

Viene de la raíz griega perrissos (per-is-sos), significa superabundantemente, más abundante, más frecuente, mucho más, mas bien, con más diligencia o más extremadamente.

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Webster define esta palabra como «1. Serio e intenso, no hablando en broma o en juego; celoso y sincero; profundamente convencido. 2. Intento, fijo. 3. Serio, importante; no trivial»

2) Atención

Viene de la palabra griega prosech (Pros-ek), significa sostener la mente hacia algo, prestar atención, ser cauto sobre algo, aplicarse a sí mismo, adherirse a. 

Webster define la palabra como «importar, considerar con cuidado, prestar atención con mucho cuidado a»

3) Deslizar

Viene de la palabra griega pararrhueo (Par-ar-hru-eh’ – o), significa fluir por, pasar descuidadamente o errar.

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Webster ofrece varias definiciones entre estas están: «1. Ir calladamente o en secreto, moverse sin atraer atención. 2. Ir, mover, o pasar suavemente, rápidamente o fácilmente. 3. Escapar o pasar de la memoria de una persona, mente, poder, o alcance»

Prestemos atención a lo que hemos oído, Hebreos 2:1

De esto se hace evidente que los creyentes deben ejercer cautela con respecto a la verdad. No solo debemos guardar el plan de salvación, el evangelio, la doctrina, etc; también debemos prestar atención a las enseñanzas de la palabra de Dios que nos dice como vivir y permanecer salvos. 

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Dios ha proporcionado un sistema de equilibrio maravilloso en nuestras vidas. Donde uno puede fallar o no alcanzar, otros son provistos para nuestra seguridad y protección. Tenemos numerosas fuentes a través de las cuales podemos escuchar de Dios y podemos recibir la verdad. Aunque los cielos declaran la gloria de Dios y el universo nos enseña de Él, Dios siempre tiene un sistema de repuestos por si fallamos o si pasamos algo por alto (Salmo 19:1-4; Romanos 10:18-21). 

Si el error es inyectado por algo o alguien (Incluso un ángel, Gálatas 1:6-9), Dios tiene otras fuentes a través de los que la corrección y el balance vendrán. Así somos protegidos cuando prestamos atención a lo que hemos oído. Esto también nos deja sin excusas ante Dios porque él nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida  la piedad (2 Pedro 1:1-4). 

Métodos por los cuales Dios habla, atendamos con diligencia, Hebreos 2:1

Notemos los medios y métodos a través de los que Dios habla y nosotros oímos. Este es su sistema de equilibrio. 

1) Padres

Mientras que sus padres no hayan conocido o no le hayan enseñado la verdad de la salvación, en la mayoría de los casos ellos instilaron muchos principios valiosos en su vida. La enseñanza anticuada y ejemplos morales, la honestidad, la veracidad, la virtud, el honor, etc; son valiosos a su vida. Nunca los pierda. 

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2) Maestros

Si nosotros hemos tenido el privilegio de ir a la escuela dominical o a la iglesia, hemos oído verdades básicas y simples de cómo vivir. Incluso nuestros maestros de escuela y profesores han impartido cosas buenas a nosotros que necesitamos retener. Claro, no todas las facetas de nuestra educación pueden haber sido basadas en la Biblia. Aquellas que fueron bíblicas, reténgalas. ¡Las que no fueron bíblicas, despídalas! como Pablo dijo, «examinadlo todo; retened lo bueno» (1 Tesalonicenses 5:21).

3) Pastores

Junto con su pastor, Dios nos ha dado otros ministros para que nos prediquen y enseñen la verdad (Efesios 4:1 1-14). Cada sermón que usted oye debe examinarse a la luz de la escritura, no discutir o estar en desacato pero para claridad de armonía. 

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4) La Palabra de Dios

Aunque otros nos prediquen y enseñen la palabra de Dios, nosotros tenemos una responsabilidad de estudiar, aprender y entenderla por nosotros mismos. Es la máxima autoridad en cualquier asunto. Por la palabra de Dios nosotros juzgamos todas las cosas, de la palabra de Dios nosotros aprendemos a vivir y será la medida por la que seremos juzgados en el fin. 

5) El Espíritu de Dios

El Espíritu Santo es maestro, guía, recordatorio y amonestador, (Juan 14:26;16:7-13; 1Juan 2:27; 1 Tesalonicenses 4:9). La gracia de Dios que nos salva nos enseña como debemos vivir en este mundo (Tito 2:11-13). Dios puede y nos habla en tonos inequívocamente. Nunca debemos permitir que lo que hemos oído de Él se aparte de nosotros.

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Como nunca antes, estamos siendo inundados por las voces y ejemplos de llamados cristianos para examinar, repasar y reevaluar nuestras creencias, normas y convicciones. En este día de adaptación de valores y de situaciones éticas, apelo a que usted preste atención a las cosas en que usted ha sido enseñado, pues es necesario que con diligencia atendamos a las cosas que hemos oído.

Los códigos del vestuario modesto, los principios de decencia, la honestidad, santidad, separación, etc; están siendo atacados por filósofos liberales como el legalismo, fariseísmo y ascetismo. Influenciado por el estilo de vida decadente de nuestra sociedad y el permisivismo de los tiempos, los profetas falsos del modernismo están requiriendo un abandono de lo que nosotros hemos oído. 

Estos defensores buscan entregar a los santos ignorantes una libertad gloriosa, según se alega que una esclavitud anticuada fue impuesta en ellos por una generación antigua de predicadores, padres y estadistas que eran ignorantes y no estaban al corriente. Los tales llamados estudiosos son productos de una generación de lujo y de facilidad. Ellos piensan que son los ungidos, enviados a ensanchar la puerta estrecha y ensanchar el camino angosto. 

Nuestros maestros, aquellos de quienes hemos oído, no son ignorantes, aberrantes, anticuados de un antaño distante. ¡La verdad es pertinente en todas las generaciones! ¡La santidad es la norma de Dios! Volvámonos a la fe una vez dada a los santos, neguémonos a nosotros mismos, tomemos la cruz, crucifiquemos la carne y perfeccionemos la santidad ante Dios. Pongamos atención a lo que hemos oído. Esto es lo que debemos hacer.  Es necesario que con diligencia atendamos lo que hemos oído (Hebreos 2:1)

Cómo podemos deslizarnos (Hebreos 2:1)

Es necesario que atendamos con diligencia para no deslizar, Hebreos 2:1

Los enemigos incalculables y los enemigos innumerables atacan principios legítimos de verdad. Nunca se habían parado tantos para algo tan pequeño y tantos que han abandonado, ninguno ha escapado el asalto implacable del infierno contra la iglesia de Dios. Ya que estamos sujetos a las precisiones de los demás, a maestros falsos y voces fuertes, está en nosotros prestar atención a la verdad para no perderla. 

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Aquí están tres redes de seguridad, los sistemas de equilibrio o guardias que podemos levantar contra nuestro enemigo insidioso que quiere quitar de nosotros lo que hemos oído. Resbalar ocurre tan silenciosamente, imperceptiblemente y fácilmente que podemos perder las cosas preciosas sin dolor y sin esfuerzo. 

Seamos diligentes, montemos guardia contra el enemigo

Montemos guardia contra el enemigo; pongamos un vigilante en la pared, mientras afilamos nuestra perceptiva para escuchar de Dios. Agregue otros pensamientos a estos mientras usted vaya estudiando o enseñando estos principios de seguridad.

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1) Repasando, reiterando y repitiendo principios de verdad 

Repasando y repitiendo una y otra vez, estos principios, los mantendrá frescos en nuestras mentes y corazones. Satanás es un ladrón de la palabra (Mateo 13:19) y a través de nuestra negligencia él puede causarnos permitir que la verdad se aleje. La repetición es una de las maneras más eficaces de establecer los principios. Padres y predicadores, no nos permitan cansarnos de oír la bendita historia una y otra vez.

2) Estar preocupado con la verdad y los valores eternos 

Nuestra preocupación deben ser la verdad y valores eternos en lugar de las cosas de menor valor, pues frustrarán el esfuerzo de Satanás para quitar la verdad de nosotros. Nuestra vida no consiste en la abundancia de las cosas que poseemos (Lucas 12:15). Por consiguiente, busquemos las cosas que están arriba, poniendo nuestro afecto en ellas (Colosenses 3:1-2).

3) Activamente siguiendo, promulgando y practicando rectitud y la verdadera santidad 

La verdadera santidad nos guardarán enfocados en los principios de verdad. Ni por un momento podemos moderar o bajar nuestra guardia en nuestra vigilancia por retener la verdad. 

Es necesario que con diligencia atendamos lo que hemos oído, conclusión sobre Hebreos 2:1

Reflexiones finales sobre Hebreos 2:1 «Es necesario que con diligencia atendamos»

A menudo no extrañamos las cosas que calladamente salen de nuestras vidas. Sutilmente otras cosas, en forma de placer, se interponen para ocupar el tiempo que dimos una vez a Dios. Mientras nos volvemos espiritualmente pobres, ciegos, infelices, miserables y desnudos, aplacamos nuestra conciencia con los logros en el reino carnal. Ya no está en el cumplimiento, la integridad y comunión con Dios, ahora es reemplazada por una poca profundidad vana, vacía que no satisface. Justificamos nuestra condición en las tierras de esclarecimiento y decimos «todos los demás lo están haciendo, así que debe estar bien«.

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Estando de pie fuera de un corazón vacío por la negligencia, Cristo está llamando y buscando la reentrada para una nueva comunión (Apocalipsis 3:14-22). ¿Tenemos la fortalece para darnos la vuelta? ¿Tenemos el valor para abrir la puerta? En ese caso, podríamos recobrar lo que se ha perdido. Volviendo a nosotros será lo que hemos extrañado tanto, lo que fuimos enseñados, lo que creímos una vez y vivimos, por lo que hubiéramos muerto una vez alegremente. Recuerda que es necesario que con diligencia atendamos lo que hemos oído (Hebreos 2:1). 

Bendiciones en el nombre de Jesús.

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